Albricias en el país
Ines INTXAUSTI Crítica de televisión
Creen las madres que los hijos son sus propias prolongaciones. Y no están desafortunadas en el parámetro. Yo, seguramente, soy un largo apéndice de la mía. Es lo mejor que me podía haber pasado, porque podría haber resultado un binomio accidental de cualquier chiki o lo cuatre. A dos días de haberse celebrado el famosísimo día del Primero de Mayo del primer trabajador, se avecina el Gran Festival de Eurovisión. Da igual que lo hagan bien, mal o necesariamente fatal. El caso es hablar de ello.
Las televisiones europeas que ocupan a Malta o Israel tienen una fiesta pendiente, donde se premia a lo más freakie del espacio internacional. Días de gloria de gente como Abba, Diva o Salomé para, inefablemente devenir en el gran concurso de la Cuatro de Super Modelo 2008. En esta competición, el jurado es extremadamente incorrecto. La más apreciable es una señora mamarracha, más parecida a cualquier bruja de cuento austríaco -¡Austria, por la gloria de mi madre!- y con un acento extraño, que parece desear comerse a los niños y niñas dispuestos a sufrir y vomitar cuando haga falta para estar a punto, como en la casa de Hansel y Gretel.
¿Quién quiere creerse todo este cuento? ¿Los padres de los niños y niñas que palidecen, enferman y febrilmente se acercan al concurso? ¿Los concursantes ellos pispos o la audiencia en sí? Diría que todos son responsables del gran fiasco ético y social. Menores entregados a una justicia garzónica para que valoren cosas que no pasarían de mayores e invalorables para aquellos que les juzgan una y otra vez. Estoy convencida de que, para los padres de estos niños, el tribunal de Supermodelo 2008 es algo así como Verouschka, Calvin Klein o Donatella Versace. Nada más cerca de la mundanidad del Gran Vulgarcito.
Sólo de pensar que alguien como los jueces de ese programa mencionado de la Cuatro hubiera simplemente observado, no valorado, mi ingreso a la Universidad me da simplemente pavor absoluto. Creo que volveré a Lourdes esta tarde. O Tarbes. Feliz puente.