Cuatro marines estadounidenses murieron el viernes en un ataque con bomba perpetrado en la provincia de Anbar, en el oeste de Irak, según informó ayer el Ejército sin dar más detalles. Con estas muertes, ya son seis los soldados fallecidos desde el 1 de mayo. Ese día, dos soldados murieron por el estallido de un artefacto al sur de Bagdad. Desde inicios de la invasión, EEUU ha perdido a más de 4.069 militares.

Por otra parte, la esposa del presidente iraquí Jalal Talabani, Hiro Ibrahim Ahmad, resultó ilesa de un atentado con bomba colocada al paso de su convoy en el centro de Bagdad. «Uno de los vehículos del convoy activó un artefacto casero mientras se iba al Teatro Nacional para asistir a un festival cultural», señaló la oficina presidencial.