La UE aprueba definitivamente la reforma del mercado del vino
Los países de la Unión Europea (UE) ratificaron el pasado martes en Luxemburgo la reforma de la regulación del mercado del vino, que prevé el arranque voluntario de viñas y la liberalización de su plantación a partir del año 2016, así como que una parte de las ayudas las repartan los estados miembros. La reforma entrará en vigor el próximo mes de agosto, aunque algunas medidas se retrasarán al año que viene.
GARA |
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE dieron el visto bueno final, sin debate, al acuerdo alcanzado el diciembre entre los titulares de Agricultura comunitarios para modificar el mercado europeo vitivinícola.
La nueva regulación mantiene el presupuesto de la UE para el sector del vino (1.268 millones de euros anuales), pero cambia la forma de repartirlo, ya que se dividirá entre una partida para fomentar el arranque en las zonas menos competitivas y «sobres nacionales», que cada Gobierno distribuirá según su criterio con más subsidiariedad.
Los productores confían en que estos sobres puedan compensar las medidas liberalizadoras que ha decretado la Unión y que consideran perjudiciales para las producciones de calidad, como es el caso de Rioja.
La UE obtiene 185 millones de hectolitros de vino al año, con el Estado francés (53), Italia (50) y el Estado español (45), como principales productores; estos países son también los tres primeros vinícolas del mundo.
Abandono
El objetivo de la reforma es fomentar que se abandonen voluntariamente 175.000 hectáreas de viñedo en áreas menos competitivas, mediante ayudas que serán más altas en 2009 e irán bajando de importe en años posteriores. Los estados podrán limitar el abandono de viñas cuando suponga el 8% de la superficie vitícola total estastal o el 10% de la extensión total de viñedo de una región.
Asimismo, la nueva normativa permite que los estados puedan mantener cuatro años apoyos parecidos a los actuales, como la destilación de crisis, las ayudas al mosto o a los viticultores que destinen su vino a destilación para fabricar brandy o licores.
La normativa permite que los países dentro de sus «sobres nacionales» puedan financiar medidas como la promoción en países terceros, reconversión del viñedo, reestructuración de las viñas, cosecha en verde y medidas de gestión de crisis.
«En lugar de gastar dinero en deshacernos de excedentes o en medidas de mercado ineficaces, la reforma nos permitirá concentrarnos en enfrentarnos a nuestros competidores y en recuperar cuotas de mercado», según manifestó la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel.
Por otro lado, la nueva regulación introduce en el cultivo de las viñas el pago por hectárea o superficie, independiente de la cantidad cosechada, en la línea de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que ya se está aplicando en sectores como el olivar, las frutas o cereales.
Asimismo, la UE ha decidido que los derechos de plantación, que ahora limitan el cultivo de vid, se eliminen a partir del 1 de enero de 2016, pero permitirá que los países sigan estas restricciones hasta el final de 2018.
En cuanto al etiquetado, se simplifica y además, se permitirá indicar la variedad y la añada en los vinos de la UE que carezcan de indicación geográfica o denominación, es decir, los de menor calidad. La UE ha aprobado seguir permitiendo la «chaptalización« o el añadido de azúcar al vino, aunque se reducen los niveles máximos de azúcar o de mosto que pueden adjuntarse. Además, se transferirá una parte de los actuales ayudas a medidas de desarrollo rural -cofinanciadas por la UE y los Estados miembros- reservadas a las regiones productoras.
La CE empezará ahora un procedimiento de aprobación de reglamentos de desarrollo para que la reforma pueda entrar en vigor el 1 de agosto próximo, aunque algunas medidas no se aplicarán hasta 2009.
Una parte de los 1.268 millones de euros anuales que se presupuestan para ayudas al mercado fomentarán el arranque de viñas y otra parte los repartirán los estados miembros según sus criterios.
Una vez acometido el arranque de viñas, a partir del año 2016 desaparecerán las actuales restricciones a la plantación de viñedos, aunque la reforma permite que los estados puedan mantenerlas hasta 2018.
Los vinos con denominación de origen Rioja acaparan el 39,5% del mercado en el Estado español, seguidos de lejos por el resto de zonas vitivinícolas, según datos de un informe de la empresa Nielsen. Tras Rioja se sitúa Ribera del Duero (Castilla y León), con el 8%; Navarra, el 7,3%, Valdepeñas (Castilla-La Mancha), el 6,9%; Rueda (Castilla y León), con el 5,1%, y el resto se situó por debajo del 4%.
Rioja ha aumentado así un 1% su cuota de participación en el mercado estatal, una tendencia que repite por tercer año consecutivo, sobre todo gracias a los vinos de crianza, cuyas ventas crecieron un 4%.
Además, este incremento se produce en un contexto de descenso global de un 1% que ha experimentado la venta de vino, aunque el recorte afecta sobre todo al vino de mesa. En Hego Euskal Herria, Rioja cuenta con una cuota de mercado muy superior a la estatal, al situarse por encima del 50% respecto al conjunto de vinos con Denominación de Origen Las ventas de Rioja en el mercado estatal alcanzaron en 2007 los 187 millones de litros, mientras que a exportaciones se destinaron un total de 84,6 millones de litros, según datos del Consejo Regulador de la Denominación.