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Final Four 2008

El postre también se le atragantó a un Baskonia que terminó empachado

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MONTEPASCHI 97

TAU BASKONIA 93

Jon ORMAZABAL | MADRID

El postre del partido de consolación no sirvió para endulzar el mal trago de la derrota ante el CSKA de Moscú del viernes. Tras el atracón de tensión e intensidad de la semifinal ante los rusos, el equipo gasteiztarra llegó empachado a la lucha por el honorífico tercer puesto, un consuelo que dejó escapar en la prórroga ante un Montepaschi que llegó mucho más entero física y mentalmente.

Aunque la Euroliga se resista alegando que los seguidores hacen muchísimos kilómetros y que se merecen al menos dos partidos de su equipo, esta clase de partidos están condenados a la desaparición salvo que el tercer puesto tenga alguna recompensa. Jugar este partido en canchas semivacías -al menos hasta la segunda mitad- aporta poco a estos seguidores que apenas 24 horas antes se han llevado un palo anímico, que en el caso del Baskonia viene agravado por ser el tercero consecutivo y porque Madrid tampoco ofrecía los reclamos turísticos de otras ocasiones con lo que la desidia era generalizada, aunque a medida de que se fue calentando el partido, afloró la pasión.

Además, se corre el peligro de que, como le ocurrió al Baskonia, se produzcan percances físicos que pueden terminar pasando factura en choques determinantes como los del play off que está a la vuelta de la esquina y que se presenta como la última oportunidad de salvar otra temporada con peligro de quedarse a medias.

Inicio gélido

Además, por lo menos en los últimos partidos de este tipo jugados por el equipo gasteiztarra se viene repitiendo un guión que aconsejaría a que se disputara un sólo cuarto o, al menos, a reloj corrido.

Con sólo los más fieles de ambos equipos en el pabellón, Montepaschi Siena y Baskonia firmaron un primer cuarto marcado por los continuos errores por ambos bandos. El Baskonia vivió casi exclusivamente del acierto exterior de Mirza Teletovic desde 6,25 que, con cuatro triples y una canasta de dos, firmó 14 de los 19 puntos marcador por el equipo de Spahija. Acaparando menos, Lavrinovic tiró de los toscanos para darle una ventaja de dos puntos, 21-19, en los primeros diez minutos de partido.

No había, sin embargo, un dominador claro en el partido y el Baskonia recuperó el mando en el marcador en el segundo cuarto con buenos minutos de Jasaitis, una antideportiva a Dianen y la irrupción de un Pete Mickeal que protagonizó el duelo más bonito de la tarde ante Sato. Estos dos atléticos aleros tiraron de sus respectivos equipos en unos minutos en los que primó mucho más la mentalidad y la determinación que la calidad o el acierto.

El Baskonia llegó con tres puntos de ventaja al descanso, pero las rentas para uno u otro lado nunca fueron superiores a los seis puntos; 35-41 para el Tau y 61-55 para los de la Toscana, que engancharon muy buenos minutos en el tercer período, logrando entrar empatados a un último cuarto en el que, ya con las gradas llenas, cada balón adquiría mucha mayor relevancia.

El duelo de aleros pasó entonces a la pintura, donde emergió la figura de un Tiago Splitter que al principio del tercer cuarto se había quitado los apósitos que llevaba en el codo para intentar quitarse la frustración de esos ganchos que no entraban.

Lavrinovic tomó el relevo de un Thornton que había hecho su trabajo pero que se vio expulsado por personales, aprovechando las asistencias que le metía un McIntyre que demostró no ser sólo un anotador.

El duelo bajo los aros fue dando ventajas alternativas a uno y otro equipo y Lavrinovic empató el partido a 79-79 a falta de cinco segundos tras fallar un tiro libre. Spahija le dio la responsabilidad de ganar el partido a Zoran Planinic pero su penetración no encontró aro y se prolongó la agonía 79-79.

Pese a que el Baskonia llegó a ponerse 84-85 tras triple de un Singleton que no termina de ponerse, el Mens Sana llegó mucho más entero física y mentalmente a los minutos decisivos. Al equipo de Spahija le costaba anotar y un 9-0 de parcial con triple de Stonerook supuso la derrota de un equipo gasteiztarra que terminó empachado la Final Four.

 

 

Récord

El base estadounidense del Montepaschi Siena Terrell McIntyre, batió el récord de asistencias en la Final Four con doce. El anterior récord era del macedonio Stefanov, que en la semifinales de Tel Aviv 2004 repartió nueve frente al Skipper Bolonia.

KErejeta

El presidente declaró que «hay que recuperarse de esto porque en la Liga tenemos opciones. Yo esperaba que el equipo compitiera contra los mejores equipos y lo ha hecho. El luchar contra ciudades como Tel Aviv o Moscú es muy difícil».

Jasaitis, Planinic eta McDonald, arazo fisikoekin

Ostiralean Moskuko CSKAren aurka galdu ondoren, zentzugabea zen Tau Baskoniaren atzoko partida. Hala ere, profesionaltasunez ekin zioten gasteiztarrek. Ondorioz, Planinic, Will McDonald eta Simas Jasaitis batez ere, arazo fisikoekin itzuliko dira etxera.

«Final Four honetatik atsegin ez dudan gauza bakarra jokalarion arazo fisikoak dira», esan zuen Spahijak neurketa osteko prentsaurrekoan. «Bihar ¯gaur¯ erresonantzia magnetikoa egingo diegu eta orduan ikusiko da zenbat denbora beharko duten beren onera etortzeko. Oraingoz, ezin dugu esan egun bat, bi, ala gehiago... izango ote diren. Orain, gainera, ACB Ligako azken zatia hasiko da, eta, ordurako, buruz zein gorputzez atseden hartu behar dugu».

Lauko finaleko azken postuarekin konformatu behar duten arren, Neven Spahija ez zen haserre, eta arabarren lan ona nabarmendu nahi izan zuen.

«Egia da ez dugula CSKAren aurka bezalako joko onik egin, baina gaur ere ¯atzo¯ ongi jokatu dugu. Zaila da zapuzturik jokatzea, baina azkenera arte borrokatu garenez, ez dut jokalariei leporatzekorik», aitortu zuen entrenatzaile kroaziarrak. Arnaitz GORRITI

afición

La afición azulgrana no abandonó a su equipo y estuvo presente en gran número en las gradas y aplaudió a los jugadores incluso al final. Hubo acuerdo con los hinchas de Siena para posicionarse a favor del CSKA en la final.

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