«La violencia y las irregularidades» marcan la consulta en Santa Cruz
«La violencia, los enfrentamientos y el cúmulo de irregularidades han caracterizado esta jornada de consulta», denunció el ministro de Gobierno de Bolivia, Alfredo Rada. En el barrio Plan Tres Mil de Santa Cruz, la Unión Juvenil Cruceñista, impulsora de este «estatuto de autonomía», arremetió contra quienes querían impedir este referéndum «ilegal». En las principales ciudades del país, se sucedieron las movilizaciones en defensa de la «unidad de Bolivia».
GARA |
«No vamos a dar marcha atrás, vamos a continuar con el proceso de cambio en Bolivia. Le pedimos a nuestro presidente Evo Morales que utilice toda su inteligencia y fuerza para seguir recuperando nuestras empresas y recursos naturales, con los que esa oligarquía ha hecho grandes negocios y que ahora está golpeando con sus matones a nuestros compañeros en Plan Tres Mil. Esa oligarquía que quiere seguir disfrutando de las riquezas adquiridas de manera ilegal», subrayó un líder indígena en la concentración que reunió a 500.000 personas en Cochabamba, la tercera ciudad en importancia económica en el país.
En El Alto, miles de campesinos, organizaciones de derechos humanos, trabajadores salieron a la calle para expresar su rechazo al «divisionismo y a estos estatutos ilegales».
Los allí reunidos acordaron pedir a Morales que «se juzgue por traición a los promotores de este tipo de consultas, se expulse a los extranjeros que impulsen el divisionismo y se tomen medidas contra los medios que sirven a intereses extraños».
Ese fue el sentir general en las multitudinarias movilizaciones que se celebraron a lo largo y ancho de Bolivia para rechazar la consulta «autonomista» de la región de Santa Cruz, declarada «ilegal» por el Gobierno.
En el humilde barrio de Plan Tres Mil, situado a las afueras de Santa Cruz, hubo duros enfrentamientos entre la Unión Juvenil Cruceñista, impulsora de este referéndum, y quienes se oponían a él, que trataron de llegar hasta los colegios electorales para impedir las votaciones.
Movimientos sociales advirtieron de los planes de «fraude» de las autoridades locales y, a modo de prueba, mostraron cajas con papeletas pre marcadas con la opción «sí».
«No vamos a permitir que se consume el fraude en Santa Cruz a favor de las logias, tenemos evidencia del fraude con papeletas marcadas, este delito debe ser sancionado y los responsables Mario Parada, Rubén Costas (gobernador) y Branco Marinkovic (empresario) deben responder ante Santa Cruz y el país por este delito», incidió Jaime Choque, presidente del Comité Popular, a Telesur. En las retransmisiones que esta cadena hizo en directo a lo largo de toda la jornada, se pudieron escuchar el sonido de los cohetes lanzados «a ras del suelo» contra seguidores del presidente Evo Morales. Según informó Alfredo Rada, ministro de Gobierno, en una primera valoración, una veintena de personas resultaron heridas y otras 40 fueron detenidas. Lamentó que la jornada de ayer estuviera marcada por «la violencia, los enfrentamientos y el cúmulo de irregularidades». Rada también criticó a los medios que trataron de dar una visión de normalidad ante «un clima de violencia que no se puede disimular».
«Tenemos constancia de que han abierto a la fuerza recintos para votar obligando a los ciudadanos a ejercer lo que debería ser un derecho y no una obligación», subrayó en una nutrida comparecencia pública.
El presidente boliviano, Evo Morales, acusó a la embajada de Estados Unidos en Bolivia de estar alentando estas consultas a través de la agencia de «ayuda humanitaria» estadounidense USAID. «El embajador norteamericano es el gran defensor de la división, de actitudes anticonstitucionales, de esos grupos que no quieren la igualdad de nuestros pueblos, de grupos que quieren el saqueo de nuestro país», denunció en una entrevista a Telesur. Remarcó que su Gobierno garantiza la autonomía para los pueblos que siempre han sido «pisoteados en sus derechos». Por ello, dejó claro que no aceptará que dicho «estatuto de autonomía» sea impuesto «para beneficiar a las logias y a los grupos oligárquicos de ricos empresarios».
«Estos grupos eternamente han estado en el Palacio gobernando y los últimos años del neoliberalismo, lo único que hicieron es permitir saquear los recursos naturales y la subasta de las empresas nacionales, incluidos los servicios básicos», denunció.
«El problema es que no aceptan que un campesino indígena pueda ser presidente de la República», concluyó Morales, que recibió el apoyo del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y del venezolano, Hugo Chávez.
Este último lamentó «la violencia de grupos fascistas que quieren quebrar Bolivia en pedazos». «Los gringos no podrán acabar con este país», exclamó en su programa Aló Presidente.
«Estamos seguros de que el pueblo resistirá y que de esto saldrá fortalecido igual que el Gobierno, que hoy está batallando contra el imperio y la oligarquía», reiteró. Tras Santa Cruz, en junio llegarán las consultas de Tarija, Beni y Pando.
