Derrota ante el colista
Otra buena oportunidad perdida
El Eibar sumó su tercera derrota consecutiva, lo que comprime su situación, aunque se mantiene a un triunfo de la permanencia
GARA | EL EJIDO
Confirmado. El Eibar atraviesa su peor momento de la temporada, al menos en lo que a resultados se refiere. El tercer tropiezo consecutivo llegó ante el farolillo rojo, al que los azulgranas tuvieron controlado, pero que supo aprovechar su mejor ocasión para mantenerse vivo.
La consecuencia, lógicamente, es que la situación clasificatoria se comprime para el cuadro armero, que ve reducido a sólo cinco puntos su colchón respecto al descenso, después de que equipos como Albacete o Xerez lograran ayer la victoria. Claro que el vaso también puede seguir viéndose medio lleno: el Eibar sigue necesitando un solo triunfo para certificar la permanencia y quedan nada menos que seis jornadas, 18 puntos en juego, por delante.
Parece ciertamente complicado que los guipuzcoanos no puedan conseguir su objetivo, más aún teniendo en cuenta que la igualdad reinante en la categoría -sólo seis equipos han superado ya la barrera de los cincuenta- propiciará todavía muchos duelos directos e impedirá, lógicamente, que todos los equipos implicados puedan puntuar jornada tras jornada.
Aunque también es cierto que para poder cruzar la meta, y hacerlo sin sufrir más de la cuenta, el Eibar deberá salir de la dinámica negativa en la que ha entrado. Curiosamente, desde que en la localidad armera se celebrara casi con euforia el triunfo en Córdoba, que acababa con una pésima racha a domicilio e incluso colocaba al equipo en la tesitura de pelear por objetivos más ambiciosos que el de la permanencia. El aterrizaje ha sido contuntende, porque desde entonces los azulgranas han acumulado tres derrotas consecutivas, goleada incluída.
El último tropiezo llegó en El Ejido, donde el Eibar desperdició una buena oportunidad de asegurarse la tranquilidad. O al menos de acercarse a ella, sumando un puntito y superando el bache, teniendo en cuenta que los guipuzcoanos no tuvieron demasiados problemas para mantener el resultado inicial.
De menos a más
El empuje del necesitadísimo cuadro andaluz tuvo al Eibar ocupado casi exclusivamente en defenderse a lo largo de un primer tiempo en el que la única ocasión llegó, así, por parte local, con un disparo al palo.
Las cosas cambiaron ligeramente en la segunda parte. El Poli, obligado, dio un paso adelante, pero su rival también lo hizo, en un intento de aprovechar los progresivos desgaste y tensión de los almerienses.
Pero cuando mejor pinta empezaba a tomar un encuentro que, en el peor de los casos, debía acabar con empate, Mario Bermejo aprovechó un rechace del palo para cabecear a gol. Y el Eibar, lamentablemente, tampoco pudo hacer en los diez minutos que restaban hasta el final lo que no había logrado en los ochenta anteriores.
La clasificación se comprime para el Eibar, que ve reducido a sólo cinco puntos su colchón respecto al descenso. El vaso también puede verse medio lleno: la permanencia sigue a un sólo triunfo.
El Eibar no tuvo demasiados problemas para controlar a su anfitrión, pese a su empuje. En la segunda parte, ambos dieron un paso adelante, pero las ocasiones siguieron escaseando en un choque que parecía abocado a las tablas.
Javier Mandiola no puso objeciones al triunfo de un Poli Ejido que supo «aprovechar su mejor ocasión», pese a destacar que los azulgranas «no hemos pasado apuros. Y pese al ímpetu del Poli, hemos trabajado muchísimo, hemos corrido, hemos peleado... Pero no ha podido ser», lamentó.
En lo que respecta a la situación en que queda el Eibar tras haber sufrido este tercer tropiezo consecutivo, Manix concedió la importancia justa a los cinco puntos que ahora separan a su equipo del descenso. «Sigue estando a dos partidos y seguimos dependiendo de nosotros mismos. Las rachas siempre tienen su fin, a ver si acabamos con la nuestra», deseó.GARA