No está siendo una temporada fácil para Aritz Aduriz. El donostiarra ha pasado de ser titular y la principal referencia del equipo en ataque a no ser ni la primera opción de Caparrós a la hora de realizar los cambios. La explicación de dicho relevo tiene dos respuestas claras: La eclosión de un Llorente que lleva ya 10 goles y se ha consolidado como un jugador muy solvente y el poco acierto del guipuzcoano durante buena parte del curso.

De hecho, Aduriz estuvo más de una vuelta entera sin marcar y vio como Ramos le adelantaba en un periodo donde su ansiedad por hacer gol era notoria. Ahora bien, una vez que se liberó de dicha presión al rescatar un punto en Huelva, el míster tampoco le ha dado confianza. Sin minutos después de El Colombino o de marcar ante el Valencia, queda claro que el técnico no piensa en él como primera alternativa para solucionar los atascos en ataque.