«Rellenar la mina Agruminsa es como romper un incunable». Así se pronunció ayer Carmelo Uriarte, antiguo minero y presidente de la Fundación Museo de la Minería de Euskal Herria, en un último llamamiento a la SEPI para que desista de su plan. Uriarte ofreció una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Abanto, acompañado del alcalde, Manuel Tejada (PNV) y del representante del PSE, Javier García, cuyo partido se suma a la petición popular de que la histórica corta de Gallarta se mantenga tal y como está. El viceconsejero del Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno de Lakua, también miembro del patronato, disculpó su asistencia, aunque envió su apoyo.

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, solicitó el pasado diciembre al Ayuntamiento licencia para rellenar el enorme agujero de la mina Concha II con los escombros que resulten de la construcción de un polígono industrial junto al Museo de la Minería. Este organismo argumenta que un relleno «parcial» de la mina es necesario «para la consolidación de la explotación» y para evitar que se produzca su inundación debido a las constantes filtraciones de agua. Su proyecto contempla el relleno parcial de la corta hasta la bocamina de Concha II y la creación de una piscina natural con el agua de la propia explotación.

El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Lakua también ha dado luz verde al relleno, decisión que será recurrida por el Ayuntamiento. Pero, si el informe vuelve a ser favorable, al Ayuntamiento no le quedará «más remedio» que otorgar la licencia, explicó ayer el alcalde, quien confió en que «no llegue ese momento». Sus esperanzas están puestas en la reunión que el patronato ha solicitado con el presidente de la SEPI. «Iremos a Madrid y le explicaremos el valor sentimental que tiene esta mina, origen del pueblo de Gallarta», dijo Manuel Tejada, quien agradeció al PSE/EE del municipio su apoyo, que considera «muy importante». Para Tejada, «rellenar la mina es aniquilar parte de nuestra historia. Hace cuarenta años, a nuestras familias les hicieron salir de ahí para llevar a cabo la explotación minera».

Los miembros de la Fundación Museo de la Minería instaron también al Departamento de Cultura del Gobierno de Lakua a que proteja de una vez esta mina como Bien Cultural. Su voluntad es que la antigua explotación quede tal y como está, como parte del Museo de la Minería y exponente del pasado industrial del país.