Después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) haya declarado nulo el plan especial para construir la depuradora de Txingudi -proyecto que ya fue desestimado por las instituciones-, la plataforma popular Txingudi Bizirik ha calificado esta sentencia de «éxito». En una comparecencia realizada ayer en Irun, sus representantes se congratularon de que «la Justicia haya dado la razón a un proyecto que ya había sido frenado por la presión popular».

Asimismo, mostraron su confianza en que éste sea el camino de otros proyectos que «se intentan imponer por encima de la voluntad de la ciudadanía».

El argumento ofrecido por el Tribunal es la falta de una evaluación previa de impacto ambiental de la zona en la que se iba a ubicar la incineradora. Para Txingudi Bizirik, este hecho pone de manifiesto «la dejadez» de las instituciones en materia medioambiental y «su falta de preocupación por el entorno y por la salud de sus vecinos».

Ahora, el turno de Zubieta

La incineradora se iba a edificar en Zaldunborda (Gaintxurizketa), pero el proyecto fue abandonado por las instituciones cuando se alcanzó un acuerdo para que las basuras de la comarca fueran incineradas en la planta que se estaba previsto se construya en Zubieta.

Los representantes de Txingudi Bizirik aseguraron estar de «enhorabuena» por la resolución y subrayaron que supone «un éxito tanto para Txingudi Bizirik como para la ciudadanía en general». Se felicitaron por haber «ganado una batalla por la salud y por el medio ambiente», aunque aseguraron que «seguirán vigilantes».

A juicio de esta plataforma, lo dictado por el TSJPV es «de sentido común», incidiendo en que la ciudadanía ya lo había sentenciado así. Sin embargo, criticaron que las instituciones hayan invertido más de 3 millones de euros en este proyecto que finalmente no verá la luz.

Pese a que el Tribunal falló en contra de la construcción de esta incineradora, la sentencia sólo estima que este proyecto carecía de un estudio de impacto ambiental. El resto de impugnaciones realizadas contra el proyecto han sido desestimadas, entre las que destacan la exigencia «de la distancia de los 2.000 metros prevista en el Reglamento de Actividades Molestas de 1961, la ausencia de al- ternativas de emplazamiento y la imposibilidad de implantar una incineradora en suelo no urbanizable».

La Diputación de Gipuzkoa y la Mancomunidad de Txingudi, nada más conocerse la resolución, la consideraron «muy positiva», defendiendo que «resuelve favorablemente las cues- tiones jurídicas que continúan siendo debatidas en la actualidad» para la implantación de una planta de incineración de basuras en Zubieta.

Txingudi Bizirik también hizo hincapié en ese aspecto y explicó que, pese a que existen varias sentencias de tribunales autonómicos que invalidan el reglamento que obliga una distancia de 2.000 metros entre las actividades «peligrosas» y el núcleo urbano, el Tribunal Supremo español siempre ha fallado a favor de esta distancia.