Cinco millones de personas se han quedado sin hogar en Sichuan
El terremoto que el lunes arrasó Sichuan ha matado sólo en esta provincia china a 21.500 personas y entre sus escombros siguen desaparecidas 14.000 más. Casi cinco millones de chinos se han quedado sin hogar, mientras los equipos de rescate siguen hallando supervivientes.
GARA |
Los gritos y llamadas de socorro, cada vez más escasas, seguían surgiendo ayer de entre los escombros de los edificios y escuelas en ruinas de Sichuan, guiando a los equipos de rescate que ayer salvaron a otros 33 supervivientes que habían permanecido en torno a cien horas sepultados. Sin embargo, la mayo- ría de los desaparecidos, decenas de miles en Sichuan, según las autoridades provinciales, estarían muertos, con lo que los últimos datos de víctimas mortales se elevarían muy por encima de las 21.500 personas fallecidas en esta provincia del sudeste chino. A ellas habría que añadir las más de 500 registradas en otras regiones.
Aunque las esperanzas de hallar con vida a los desaparecidos se desvanecen, el presidente chino, Hu Jintao, que visitó ayer la zona, y su primer ministro, Wen Jiabao, subrayaron que la máxima prioridad sigue siendo salvar vidas, aunque sólo exista una pequeña posibilidad de encontrar más supervivientes. Instaron a los equipos de rescate a llegar no sólo a las ciudades, sino también a los pueblos, desde donde llegan supervivientes en busca de refugio.
Además, ordenaron atender a supervivientes, huérfanos y familiares, reforzar la prevención de epidemias, restablecer los sistemas de transporte, telecomunicaciones y suministro de electricidad, y garantizar unas «condiciones de vida básicas» a la población, que siguen necesitando agua, alimentos, ropa, medicina y un lugar para vivir.
El gran esfuerzo solidario de los chinos, que no dejan de donar sangre, dinero y productos de primera necesidad, a punto ha estado de colapsar en Sichuan las labores de ayuda por falta de organización.
El Gobierno anunció que se investigará por qué las 6.900 escuelas e institutos de Sichuan, donde ciudades enteras han desaparecido, se vivieron abajo.
La ONU aseguró que la dificultad para llegar hasta las víctimas se debe a la difícil topografía y enorme extensión de la zona afectada y no a trabas del Gobierno.