La próxima semana será muy especial para LAB. Quizá, como afirmó Rafa Díez, el relevo al frente del sindicato sea el elemento más llamativo y que más «eco mediático» recibe, pero más allá del detalle, si bien muy importante, la central abertzale iniciará en Barakaldo una nueva etapa con una profunda renovación generacional en sus órganos de dirección. El sindicato abertzale se rejuvenece -la edad media de su Comité Ejecutivo es de 36 años- y, además, pretende aportar un «valor añadido» a la acción sindical. La cita reunirá a 500 delegados.

Díez Usabiaga compareció ayer en Donostia junto a Ainhoa Etxaide, Olatz Arozena, Jesús Gete y Jabi Garnika para ofrecer detalles de la próxima cita del BEC, pero para LAB no será el único punto de atención de la semana. Los próximos lunes y martes también tendrá lugar, con la central abertzale como anfitriona, el congreso fundacional de la UIS del Metal de la Federación Sindical Mundial (FSM), de la que LAB es miembro de pleno derecho desde diciembre de 2005.

Díez Usabiaga cerró el acto de presentación con una lectura del marco socio-político en el que se centra el Congreso, «cambio, eficacia y lucha», los tres ejes principales de la cita y retos de futuro para la central abertzale y su nueva dirección.

«Euskal Herria necesita un cambio en términos políticos y sociales, y LAB trabajará en esa dirección. Hay que acabar con el ciclo de la confrontación, de la imposición, represión y sufrimiento y abrir realmente un nuevo marco democrático» donde la ciudadanía vasca pueda decidir libre y democráticamente su futuro desde su reconocimiento nacional», afirmó el secretario general. Un cambio que también extendió al campo social para exigir una nueva orientación política para «responder al modelo económico y social que no se acomoda a los intereses de los trabajadores» y que no aborda un «reparto real de la riqueza en este país». En este sentido, señaló que «LAB tiene que ser un agente que, desde su papel de contrapoder, impulse el cambio».

En esa línea, destacó como segundo eje la «eficacia en la intervención» con una labor del sindicato abertzale en «lucha ideológica para cambiar la correlación de fuerzas en las empresas», entre otras, así como una «revisión de los métodos de trabajo e incidencia social».

También subrayó la necesidad de la «lucha» para «cambiar la realidad de este país en términos políticos y sociales. Otro futuro para Euskal Herria y otro modelo económico y social más justo» tanto en las empresas como en la sociedad, reseñó.

Dos ponencias

Por su parte, Ainhoa Etxaide detalló que la fase de debate del VII Congreso se ha desarrollado durante seis meses, con la participación de más de cien foros locales, en los que han participado unos 5.000 afiliados.

Etxaide explicó que el Congreso debatirá dos ponencias, una político-sindical y otra organizativa. Explicó que fruto del largo debate realizado en la fase precongresual, se han presentado 182 enmiendas parciales -cien incorporadas a la ponencia político-social- y 74 organizativas -38 también aprobadas-, que en palabras de la próxima secretaria general de LAB han venido a «mejorar y profundizar el contenido» de los documentos a tratar.

La nueva ejecutiva tendrá doce miembros, cinco mujeres y siete hombres.