Doble lectura la que permite el partido del Palau jugado ayer entre Barça y Bilbao Basket. Los de Vidorreta no tuvieron lejos la primera victoria de su historia en la citada cancha, marcaron la pauta del partido durante tres cuartos largos y no fueron menos que los catalanes en ningún momento hasta entonces. Todo ello, con un Weis pachucho -Vidorreta tiró de él cuando no tuvo más remedio- y echando el resto en un soberbio trabajo defensivo. Nada sorprendente a estas alturas del «partido».

Pero no se pudo ganar. Y una derrota en unos play-offs en miniatura como son estas eliminatorias de cuartos al mejor de dos encuentros no auguran nada bueno. No porque la escuadra bilbaina no sea capaz de plantar cara al conjunto de Xavi Pascual, con Weis recuperado potencial tiene de sobra, sino porque ya se sabe que ganar dos partidos seguidos en una serie siempre es cosa complicada, aunque el rival no sea el adalid del buen baloncesto.

El equipo bilbaino se hundió al final del tercer periodo y en todo el último parcial. Totalmente bloqueados en el juego de ataque, las maneras que apuntó Fran Vázquez en el tercer cuarto las remató Lakovic en los últimos 10 minutos con 9 puntos consecutivos. Grimau y compañía no hicieron más que hurgar en la herida. El cansancio físico de los bilbainos hizo el resto para explicar el 75-64.

Match-ball para el Real Madrid

Tras la inesperada derrota de los blancos el jueves en su casa por 73-89, el Real Madrid se juega su futuro hoy en Málaga ante Unicaja (20.00). Quedarse fuera del play off sería un desastre tras quedar fuera de «su» Final Four. En la otra eliminatoria, el Joventut ganó ayer al Akasvayu por 85-72 en Badalona.