Cientos de gasteiztarras ofrecieron ayer un simbólico abrazo solidario a Ixone Urzelai, Maite Díaz de Heredia, Iker Zubia e Iñaki Loizaga, los cuatro vecinos de la capital alavesa que, junto a otros 23 ciudadanos vascos, están siendo juzgados en la Casa de Campo de Madrid, dentro del sumario contra el movimiento pro-amnistía. La movilización, que también pretendía convertirse en llamamiento a participar hoy en la manifestación convocada en Bilbo, tuvo que variar en parte su planteamiento inicial, reduciendo en hora y media su duración. Y es que, a pesar de que la plataforma de familiares y amigos de los imputados en el sumario 33/01 había comunicado su intención de mantener la concentración desde las 12.00 hasta las 20.00 de forma ininterrumpida, Interior de Lakua decidió que debían finalizar a las 18.30 de la tarde. La razón no era otra que dejar la plaza de la Virgen Blanca libre para la concentración que había sido convocada por la mayoría de los partidos políticos para denunciar el atentado del miércoles en Legutio. Los miembros de la plataforma optaron por abandonar el lugar a la hora indicada por la orden de Lakua.

Este cambio de última hora no ensombreció el esfuerzo que las 35 organizaciones sociales, ciudadanas, sindicales... de Gasteiz hicieron por mantener la maratoniana concentración en la remozada plaza. Una media de 50 personas sostuvieron y acompañaron en cada turno la pancarta en la que se leía: «Elkartasuna ez da delitua. Audientzia Nazionala stop». Aunque la cantidad de grupos que quisieron formar parte de la iniciativa y la decisión de acortar el tiempo hicieron que en algunas ocasiones se solaparan organismos y el número de personas concentradas fuera mucho mayor.

Unos paneles ofrecían información sobre el juicio y la música acompañaba a los concentrados, que, a lo largo de las más de seis horas que duró la iniciativa, superaron las quinientas personas. Todas ellas pasaron por este punto de la remozada plaza de la Virgen Blanca para dar su apoyo a los juzgados y denunciar este nuevo sumario contra una expresión de militancia política en Euskal Herria.

Y es que el objetivo era doble. Por un lado, pretendían solidarizarse con quienes están siendo juzgados «precisamente por mostrar su solidaridad con los presos, los exiliados, los torturados y todas sus familias», al tiempo que ensalzaban esa labor que, dijeron, «mientras existan personas presas, exiliadas y torturadas, mientras sigan negando los derechos a tanta gente, seguirá siendo imprescinible». El segundo objetivo era manifestar su denuncia a la Audiencia Nacional española, un tribunal que «como en otros sumarios, vuelve a dar forma jurídica al atropello que Ixone, Maite, Iker, Iñaki y otras 23 personas están sufriendo».

Más de cuarenta personas han firmado el manifiesto en apoyo a los imputados, aunque tal vez lo más reseñable sea constatar que la práctica totalidad del movimiento asociativo se ha sumado a este apoyo a cuatro ciudadanos conocidos en Gasteiz por su práctica de la solidaridad hacia toda aquella persona o colectivo que en algún momento se ha sentido víctima de algún atropello por ejercer su actividad militante.

Txotxe ANDUEZA