Save the Children sostiene que miles de niños pueden morir en las próximas dos o tres semanas si no reciben alimento pronto. Esta organización había identificado a unos 30.000 niños menores de cinco años que sufrían «aguda desnutrición» en esa región antes del paso del ciclón Nargis, que ha dejado más de 133.600 muertos y desaparecidos y dos millones de afectados en el sur del país y ayer alertó de que esos niños no sobrevivirán mucho tiempo más.

Jasmine Whitbread, directora de Save the Children en Gran Bretaña, declaró que «estamos muy preocupados porque vemos que en esa zona numerosos niños van a sufrir desnutrición muy aguda, el nivel más grave de hambre. Cuando los seres humanos alcanzan esa fase pueden morir en unos días. Los niños -añadió- podrían estar ya muriendo por falta de comida».

En declaraciones a France Presse tras una visita organizada por las autoridades, la representante estadounidense en Rangún, Shari Villarosa, indicó que no le había tranquilizado lo que había visto. Señaló que «hay mucha gente que no ha recibido ni comida ni agua potable» y confió en que «la sensatez prevalezca y (la Junta Militar) se abra a la comunidad internacional».

Quince días después del ciclón, el número uno de la Junta Militar, el generalísimo Than Shwe, de 75 años, visitó algunas localidades de la zona afectada, en concreto los campamentos de refugiados de los suburbios de Rangún. La visita de Than Shew, que en raras ocasiones deja la nueva capital administrativa, Naypyidaw, coincidió con la llegada a Rangún de John Holmes, responsable de asuntos humanitarios de la ONU. Según Naciones Unidas, sólo un 10% de los afectados está recibiendo ayuda.