Empate en Elche
Un pasito que pudo ser el definitivo
Valerio evitó en el último suspiro que el Eibar sumase los tres puntos a los que se había hecho acreedor en un buen primer tiempo
GARA | ELCHE
El Eibar dio otro pasito hacia la permanencia, con un empate que le impide alcanzar aún la tranquilidad, pero que le permite mantener su colchón respecto a la zona de descenso, cada vez más apretada.
Como sucediera la semana pasada frente al Las Palmas, los azulgranas acariciaron durante unos cuantos minutos la permanencia, en este caso gracias al tempranero gol de Codina. También como entonces, o más aún, los azulgranas tuvieron ocasiones como para asegurarse el triunfo. Pero curiosamente, y también por segunda semana consecutiva, el sabor del empate definitivo tuvo más de dulce que de agrio, visto cómo reaccionó el rival y teniendo en cuenta que ese punto acerca un poquito más al cuadro armero a la línea de meta.
Lamentablemente, no le permite cruzarla y, aunque el número de equipos en peor situación es considerable, eso hace que la obligación, y la presión, de los eibarreses sea mayor en las próximas jornadas, en las que, además, se enfrentará a rivales bastante más motivados que el de ayer.
Buenas ocasiones
La mayor necesidad del Eibar se notó en el Martínez Valero. Por su mordiente en el primer tiempo y también por su miedo a perder en el segundo.
Con cuatro cambios en el once -entraron Gurrutxaga, Markel, Codina y Natxo Insa, en sustitución de Urzelai, Carmelo, Del Olmo y Altuna, respectivamente-, las cosas se le pusieron de cara al cuadro guipuzcoano de inmediato. Corría el primer minuto de partido cuando Goiria controlaba en la frontal para la incorporación de Codina, que adelantaba a los suyos en una jugada de doble infortunio para el Elche, ya que Willu Caballero caía lesionado.
De ahí al descanso, el partido fue de los azulgranas, que acumularon ocasiones, casi todas clarísimas, como para dejar el partido sentenciado. El gol, sin embargo, llegó en la portería contraria, en una de las escasas aproximaciones de los locales: era Rubén el que, en el minuto 34, ganaba la espalda a la defensa para establecer el empate a uno. El definitivo, aunque no es difícil decir si por suerte o por desgracia, porque el partido cambió en la reanudación para teñirse con los colores ilicitanos, pero la mejor ocasión, en tiempo de descuento, fue para el Eibar.
Hasta ese momento, el balón se movió más por el área de los azulgranas, a los que la temporada se les está empezando a hacer muy larga. Con el cansancio y el rival amenazando, el equipo prefirió guardar la ropa, aunque también fue capaz de enlazar alguna contra, que no obtuvo resultado. Todo pudo cambiar en el minuto 92, con una falta a Yagüe junto al área. Txiki cogió el balón y lo envió con fuerza a la portería, pero una palomita de Valerio evitó el que habría sido el gol de la permanencia. Otra vez será.
El partido fue para el Eibar en un primer tiempo en el que dispuso de suficientes ocasiones como para matar el partido. Tras el descanso, el rival y el cansancio se aliaron para cambiar el panorama.
Pese a que le tocó sufrir en la segunda parte, el Eibar estuvo en un tris de sumar los tres puntos. Txiki lanzó una falta, ya en el descuento, que sólo la palomita de Valerio desvió de su trayectoria.
La expedición azulgrana dio por bueno un empate que le acerca a la permanencia.
«Hemos sacado un punto trabajadísimo», destacó Javier Mandiola, que reconoció que su equipo tuvo «ocasiones como para matar el partido en el primer tiempo», pero también que el Elche «ha llevado la iniciativa y ha podido marcar en la segunda».
Sea como fuere, el punto permite olvidar «esa dinámica de derrotas. Empatamos la semana pasada, esta también, vas sumando y además das la sensación de que el partido no está nervioso ni roto. Aunque sabemos que todavía sufriremos».GARA
