Eric Kibet, de Kenia, que fue en tiempo de récord hasta el kilómetro 17, terminó en 1h04:51 como vencedor del Medio Maratón de Donostia invirtiendo un minuto y 27 segundos por encima de la plusmarca establecida en 2004 por Elias Kemboi.

Los organizadores de la prueba donostiarra no sólo se han ahorrado los 1.500 euros fijados como recompensa por el récord en categoría masculina, sino otros tantos también en el sector femenino, ya que la keniata Sarah Kerubo terminó muy lejos del tiempo de la maratoniana vasca Isabel Eizmendi cuatro años atrás. Todo indica que la carrera debe tener un planteamiento distinto y de más nivel atlético, lo que no presupone pérdida alguna de la condición popular.

La baja del veterano Francis Komu, a causa de la pérdida de una conexión aérea, echó al traste la idea de que tanto él como Julius Limo trabajaran para que Eric Kibet pudiera correr por debajo de una hora y 3 minutos. En los últimos 4 kms., Kibet ofreció la estampa de un atleta muy poco revolucionado, castigado y desmotivado para acabar en 1.04:51.

Dos de los mejores valores del discreto atletismo vasco de fondo, Gontzal Sanz y Unai Sáenz de la Fuente, previsibles tercero y cuarto, ni se acercaron a la frontera de 1.07:00 en una jornada soleada, de 15 grados de temperatura, apta para correr. A la vista de las inscripciones era previsible el fiasco en la categoría de mujeres, porque Sarah Kerubo (1.16:07) no tenía una rival que le espolease.

La keniata cumplió mientras su ritmo fue fresco, pero después del km.11, es decir, desde el inicio de la segunda vuelta la soledad le condenó, porque ni Claudia Beobide ni Carmen Perea tenían facultades para apretarle. Los promotores se anotaron un éxito de participación con 1.752 inscripciones y 1.580 clasificados, ambas cifras récord en las ocho ediciones.