El tripartito ajusta la fórmula para el pleno
El tripartito celebrará estos días una reunión para definir la fórmula con la que dar el siguiente paso en la hoja de ruta, el que debería tener como objetivo la convocatoria de una «consulta habilitadora». Cobra fuerza la presentación un proyecto de ley para su aprobación por lectura única.
Iñaki IRIONDO |
Representantes del tripartito celebrarán en los próximos días un encuentro para concretar la fórmula con la que dar el siguiente paso en la «hoja de ruta». El lehendakari se comprometió a que si no había acuerdo con Madrid, pediría al Parlamento «autorización para la celebración de una consulta habilitadora que abra un proceso de solución».
El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, afirmó ayer en Radio Euskadi que el Ejecutivo autonómico «nunca desborda la legalidad» y trabaja «en un planteamiento concreto», con el que, «bien a través de un proyecto de ley o de una iniciativa, proposición de ley o lo que fuera», el Parlamento se pronuncie.
En la misma emisora, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, apuntaba que «tendremos que hacer un esfuerzo desde el PNV, EA y EB en que no nos enmarañemos con los grandes titulares que hasta ahora se han venido publicando sobre lo que es la consulta. De lo que se trata es de apelar a los partidos políticos a que alcancen un acuerdo político». Y añadía que el pronunciamiento de la Cámara no buscará sólo habilitar «la capacidad de consulta sin más, sino en base a un principio ético y un principio democrático ».
Lectura única y paralización
De entre las posibilidades apuntadas para oficializar ese segundo paso, cobra fuerza la presentación por parte del Gobierno de un proyecto de ley para su aprobación por el método excepcional de la «lectura única». Según el Reglamento este procedimiento está reducido a proyectos que «no afecten al ordenamiento de las Instituciones de la Comunidad Autónoma, al Régimen Jurídico de las Instituciones Forales, Régimen Electoral, ni derechos, deberes, o libertades de los ciudadanos».
En los proyectos de ley de lectura única no cabe la presentación de enmiendas. El día del pleno el Gobierno presenta su propuesta, los portavoces exponen sus respectivas posiciones y después se vota.
Aprobada la ley, por cualquier procedimiento, sólo un recurso del presidente del Gobierno español ante el Tribunal Constitucional puede paralizarlo. El tripartito cuenta con ello, e incluso podría ser una salida buscada para no celebrar finalmente una consulta que a a nadie se le oculta que incomoda a amplios sectores del PNV.
Sea cual sea la fórmula elegida finalmente, el tripartito carece de mayoría para la aprobación del proyecto e incluso con el previsible apoyo de Aralar, sus escaños empatan a 33 con los de PSE y PP. Por lo que desequilibrar la balanza está en manos de Ezker Abertzalea.
Iñigo Urkullu reconoció ayer que no pueden contar con PSE y PP, pero también cree que después de que «ETA declarara la iniciativa del lehendakari como 'propuesta fraude' y de las palabras de los líderes de la izquierda radical política» tampoco tendrá el apoyo de Ezker Abertzale. Sin embargo, este grupo viene insistiendo en reiteradas comparecencias en que su posición dependerá de la propuesta de Lakua y de sus objetivos.
Representantes del grupo parlamentario Ezker Abertzalea comparecieron ayer ante los medios informativos para afirmar que los últimos movimientos de los gobiernos español y de Lakua, como la cita entre José Luis Rodríguez Zapatero y Juan José Ibarretxe, deben entenderse en clave electoral. Criticaron que cuando falta un mes para el anunciado pleno del Parlamento autonómico, el lehendakari siga en «el secretismo», por lo que se preguntaron «¿cómo puede ser que tenga un planteamiento para solucionar el conflicto y que nadie sepa cuál es?». Destacaron que es preciso «un acuerdo político que dé solución al conflicto», para lo que «hay que ir a sus raíces». A esto añadieron que «en este pueblo es de todos sabido que no habrá acuerdo resolutivo si no se tiene en cuenta a la izquierda abertzale. Y eso también lo dijo Jesús Eguiguren en una reciente entrevista».
Observan que el PSOE y el PNV «escenifican una confrontación ante la gente para conseguir resultados electorales», para lo que Ibarretxe ha planteado una propuesta, basada en los contenidos negociados en Loiola, que tiene un «disfraz abertzale y utiliza términos asumidos por la mayoría». Pero Urkullu y Zapatero hablan un mismo lenguaje de «autogobierno y estatuto que tiene cabida dentro de la Constitución».
Insistentemente preguntados sobre cuál sera su posición ante la propuesta que lleve el Gobierno de Lakua al Parlamento, Ezker Abertzalea reiteró que no pueden pronunciarse sobre algo que no conocen y que dependerá del contenido y del objetivo de la misma. Por ello, urgió al lehendakari a que la defina, calificando de irresponsable el oscurantismo del Ejecutivo.