Quinientos delegados sindicales de LAB debatirán hoy en el BEC los nuevos objetivos y la nueva organización que saldrá de su VII Congreso, marcado por la renovación y el rejuvenecimiento de la dirección en la central sindical. Es un encuentro que marcará el devenir del sindicato que ha ido creciendo desde su nacimiento a finales de 1974, que coincidió con los últimos días del dictador Franco. Además a finales de este mes se cumplen treinta años desde la celebración del primer congreso de LAB, que se celebró en Leioa.

El relevo generacional, sin embargo, será «un punto y seguido» que reconoce el camino emprendido por la central sindical y, además el VII Congreso, pondrá en clave de futuro la actividad sociopolítica y económica de LAB. Ainhoa Etxaide tomará el relevo de Rafa Díez, que ha estado más de la mitad de su vida ligado a la dirección de la central sindical. Como explicó en una reciente entrevista a GARA, «LAB va a ser motor de cambio social y político».

El nuevo Comité Ejecutivo se compondrá de doce representantes, de las que siete serán mujeres y la edad media es de 36 años. El debate del congreso se ha extendido durante medio año y se han organizado más de un centenar de foros en los que han participado unos 5.000 afiliados. El Congreso debatirá dos ponencias. la político-sindical y otra organizativa, que han contado con 182 y 74 enmiendas respectivamente, aunque una buena parte de ellas ya han sido aprobadas o incorporadas al texto final de la ponencia.

LAB ha logrado una creciente representatividad en el ámbito sindical y ha incrementado en los últimos cinco años su afiliación en un 22%. Se sitúa en el «ámbito de la izquierda abertzale» y «lucha por conseguir un estado vasco socialista», como figura en su ponencia político-sindical.

A sus 36 años, Ainhoa Etxaide, que se inició en LAB como responsable del área de los jóvenes y que pertenece al Comité Nacional desde 1996, tomará el relevo de Rafa Díez. Reconoce que LAB debe ser «un instrumento eficaz de lucha» para abordar la realidad laboral, social y política de la clase trabajadora, pero hace hincapié en una mayor participación de la mujer, para lo que reconoce que la central sindical debe dar «pasos cualitativos» que aborden la realidad de la mujer en el mundo del trabajo, que todavía sigue discriminada y percibe salarios inferiores. Junto a ella, se situará Jabi Garnika, de 44 años, con el cargo de secretario general adjunto. Ha estado en el ejecutivo desde 1996 en el área de Organización.