Operación policial franco-española
PNV y Lakua expresan sus dudas sobre el alcance de la operación contra ETA
GARA | DONOSTIA
El arresto de los cuatro supuestos militantes de ETA que fue televisado casi en directo suscitó ayer una cadena de reacciones. Mientras que la mayoría de formaciones aplaudía la actuación policial, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, dudaba sobre la «importancia» atribuida a los cuatro apresados en Burdeos. Apuntó además, que «tras esta relevancia existe el propósito de ocultar otras informaciones que podrían haber llenado los titulares», en referencia a la reunión del martes entre Ibarretxe y Zapatero.
Sostuvo que las identidades de los detenidos «no concuerda» con la información que disponía y señaló, basándose en esas informaciones, que «los auténticamente decisivos» en la estructura política y militar de ETA «eran otros». De todos modos, Erkoreka aparcó sus dudas y felicitó a la Guardia Civil y al Ministerio de Interior por la «decisiva y relevante» operación policial.
El consejero de Justicia de Lakua, Joseba Azkarraga, también mostró sus dudas ante el operativo, indicando que «son tantas veces las que hemos oído que han detenido al `número uno' de ETA que habrá que ver». En las declaraciones ante los medios, Azkarraga pidió tranquilidad «para ver la magnitud de la operación».
La portavoz del Ejecutivo de Lakua, Miren Azkarate, se pronunció sobre estas detenciones desde Bruselas, donde apuntó que «el grado de culpabilidad de los detenidos deberá determinarlo la Justicia». Asimismo, Azkarate se congratuló de que la Unión Europea «permita poner en marcha equipos conjuntos de la Policía española y la Guardia Civil».
LAB, por la solución
El secretario general de LAB, Rafa Díez, también se refirió a las detenciones asegurando que «hechos de esta naturaleza» se han repetido en los últimos años. En contra, Díez quiso ir más allá de los arrestos y los atentados de ETA, para alertar de que «la clase política no puede ofrecer a la sociedad una permanente realidad de tensión y confrontación».
El dirigente de LAB definió la situación como «una noria sin posibilidad de salida», pero apuntó que la única solución es «diálogo, negociación y acuerdo»; «las demás terapias están agotadas», concluyó.
Askatasuna considera que las detenciones producidas en Burdeos y Euskal Herria son un claro ejemplo de «la apuesta de guerra y represión» abanderada por los ejecutivos español y francés. Los acontecimientos demuestran, a juicio del organismo antirrepresivo, la «aportación meramente policial que desarrollan para la resolución del conflicto político». A su parecer, todos los frentes de la represión «están abiertos», lo que acarrea «tiempos duros» para Euskal Herria. Askatasuna recordó sin embargo, que en las últimas tres décadas han sido más de 35.000 los ciudadanos vascos arrestados, lo que demuestra «la esterilidad» de las vías represivas.
Pese a que confiesa que la represión «ha hecho mucho daño», Askatasuna sostiene que «siempre ha encontrado límites» en este pueblo, por lo que anima a la ciudadanía a seguir haciendo frente a la represión organizándose y movilizandose ante ella, a la vez que insta a mostrar solidaridad a los afectados por la represión.