Operación policial franco-española
Los detenidos en Burdeos exigen la independencia para Euskal Herria
La Fiscalía española solicitará la «entrega directa» de los detenidos en Burdeos, mientras que la Justicia francesa se apresuró a imputarles varios delitos. El operativo tuvo continuidad ayer con los arrestos del ex alcalde de Andoain Joxean Barandiaran y del labortano Fred Fort.
GARA | DONOSTIA
«Denuncio la situación de excepción que hay y exijo la independencia de Euskal Herria»; «Gora Euskadi Ta Askatasuna»; «Liberté pour le Pays Basque»; «Euskal Herriko Estatua egingo dugu! Jo ta ke, independentzia lortu arte!»... Fueron algunas de las frases que pronunciaron, a viva voz, Xabier López Peña, Igor Suberbiola, Ainhoa Ozaeta y Jon Salaberria sobre las 11.00 de ayer, cuando fueron llevados a la vivienda de Burdeos en la que fueron detenidos doce horas antes en un operativo conjunto de la Guardia Civil y la Policía francesa.
Sólo diez horas después del arresto de estos cuatro militantes vascos, que fue retransmitido casi en directo por TVE y a los que las FSE les imputan grandes responsabilidades dentro del «aparato político» de la organización armada ETA, la Guardia Civil procedía a la detención del ex alcalde de Andoain Joxean Barandiaran en su domicilio, y la Gendarmería, por su parte, a la del conocido artista Fred Fort, de 74 años, en Baiona. Madrid acusa al andoaindarra de haber mantenido «recientemente» una reunión con los cuatro detenidos en la víspera, mientras que el poeta de Vichy fue arrestado por su supuesta relación con el alquiler del apartamento de Burdeos.
A las 23.30 del martes TVE interrumpía su programación para anunciar la detención, media hora antes, de cuatro supuestos militantes de ETA en Burdeos. La noticia fue retransmitida en directo desde la ciudad francesa por tres corresponsales enviados de forma expresa para ello, mientras que el resto de los medios de comunicación lo hicieron a lo largo de la jornada de ayer, subrayando sobremanera la magnitud «política» del operativo policial.
Los cuatro vascos pernoctaron en las instalaciones policiales de Burdeos, hasta que, pasadas las 11.00, fueron llevados de nuevo al céntrico apartamento donde, según fuentes policiales, se hallaron cuatro pistolas, documentación falsa, «una pequeña cantidad» de componentes para fabricar explosivos y material informático.
Siete horas de registro
Los cuatro vascos fueron introducidos esposados en la vivienda del número 63 de la calle Cours de la Mame entre un tumulto de reporteros apostados en el portal. Mientras que López Peña se encontraba a cara descubierta y con un policía de paisano, Suberbiola, Salaberria y Ozaeta fueron introducidos con la cara oculta, con suma rapidez y con agentes especiales.
Dos horas antes, una llamada alertó a GARA sobre el arresto del ex alcalde de Andoain Joxean Barandiaran por parte de la Guardia Civil en el marco, según fuentes policiales, del operativo abierto en Burdeos y que desde Madrid repiten que no está cerrado. Varios testigos detallaron que dotaciones del instituto militar colocaron controles en los accesos y salidas del municipio guipuzcoano para, acto seguido, proceder al arresto del anterior regidor municipal. Pasadas las 11.30, la Guardia Civil volvió al domicilio de Barandiaran para realizar un registro que se alargó hasta casi 18.40. De allí se llevaron ordenadores y varias cajas. Sus allegados informaron de que los agentes dejaron la casa «patas arriba».
En un escaso margen de tiempo trascendió también la noticia de que en la plaza San Andrés de la capital labortana había sido detenido el vecino de 74 años Fred Fort, al que las fuentes policiales le relacionan con el alquiler del apartamento de Burdeos. Askatasuna informó de que la Gendarmería registró por la tarde la vivienda de la compañera sentimental de Fort.
La Fiscalía francesa se apresuró por la manaña a imputar varios delitos a los cuatro detenidos de Burdeos sin finalizar aún las investigaciones policiales y el registro de la vivienda, que todavía proseguía al cierre de esta edición. El Ministerio Público español, por su parte, anunció que solicitará a París «la entrega directa» de los cuatro vascos con la intención de que «renuncie a su jurisdicción a favor de la española», aunque para la noche reconocían la dificultad para llevarlo a cabo.
«En calidad de dirigente»
Además, la Justicia francesa recordó que López Peña fue condenado «en rebeldía» a ocho años de prisión, mientras que Salaberria está imputado en varios procesos en Madrid e Igor Suberbiola cuenta con una condena de la Audiencia Nacional por el «caso Jarrai-Haika-Segi».
Según la propia información policial de la que se hacían eco la mayoría de los medios de comunicación, Ozaeta es la única de los cuatro detenidos contra la que no pesa imputación alguna. Pero, haciéndose eco de las elucubraciones policiales, la Fiscalía española ya ha pedido al magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que impute a la andoaindarra por un «delito de integración en la banda terrorista ETA en calidad de dirigente» porque supuestamente en el momento del arresto mantenían una reunión.
La mayoría de los medios de comunicación insistían ayer en la importancia del operativo policial, al apuntar al «descabezamiento de la cúpula de ETA». Con especial énfasis subrayaban el arresto de Xabier López Peña, al que las fuentes policiales le atribuyen responsabilidades de primer orden dentro de la dirección de la organización armada. Sin embargo, a la vez que hacen hincapié en su relevante función en ETA, también apostillan que «algunas fuentes destacaban que no hay razones para atribuir a López Peña todo lo que dicen» y le imputan.
«No sabemos con exactitud»
López Peña es natural de Galdakao, nacido el 30 de mayo de 1958. En 1983 fue detenido en Sokoa, y aunque fue absuelto por el Juzgado de Baiona, París le prohibió residir tanto en el sur del Estado francés como en el norte de Euskal Herria. A partir de entonces las FSE le vinculan a ETA, aunque como afirmó el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, «no sabemos con exactitud si de forma activa, o no».
El vecino del barrio donostiarra de Egia Jon Salaberria es un destacado militante de la izquierda abertzale con una larga trayectoria que inició en el seno de la organización juvenil Jarrai, del que llegó a formar parte de su dirección. Detenido en varias ocasiones y encarcelado por su militancia en Jarrai, Salaberria asumió responsabilidades en Herri Batasuna, y también, después, en Batasuna.
Además, fue parlamentario de Sozialista Abertzaleak en la Cámara de Gasteiz. El magistrado Baltasar Garzón lo citó en mayo de 2005 en la Audiencia Nacional española, pero el donostiarra de 39 años no respondió a su requerimiento.
En Andoain sí que lo saben
La andoaindarra Ainhoa Ozaeta fue la teniente de alcalde del municipio guipuzcoano por Euskal Herritarrok entre 1999 y 2003, coincidiendo en el equipo de gobierno con Joxean Barandiaran, quien, durante esa legislatura, se encontraba al frente del gobierno municipal.
El nombre de la vecina de Andoain aparece en el sumario que abrió Garzón contra AEK, donde trabajó. Militante de la izquierda abertzale, la joven de 34 años también fue mahaikide de Batasuna. Aunque los medios de comunicación españoles han especulado constantemente sobre el hecho de que fue Ozaeta la que le leyó el comunicado con el que ETA decretó el alto el fuego el 22 de marzo de 2006, en su municipio natal, Andoain, donde sí conocen su voz, son mayoría los que niegan ese extremo.
El vecino del barrio donostiarra de Amara Igor Suberbiola, que el domingo cumplirá 29 años, fue detenido por la Policía española en marzo 2001 en el marco del operativo ordenado por Garzón contra la organización juvenil Haika. Encarcelado, recuperó la libertad meses después previo pago de una fianza. No participó en el macrojuicio del «caso Jarrai-Haika-Segi», por lo que pesaba en su contra una «orden de busca y captura internacional».
Fred Fort, por su parte, es un artista de 74 años oriundo de Vichy, aunque residente en Uztaritze. Es muy conocido en Lapurdi por su participación en movilizaciones abertzales, así como por sus labores en el campo del arte. Ha realizado varias exposiciones fotográficas y colaborado, con poesías, en el diario «Le Journal du Pays Basque».
La operación que arrancó sobre las 23.00 del martes en Burdeos fue televisado a partir de las 23.30 por Televisión Española, que para entonces ya tenía en la ciudad francesa a al menos tres periodistas informando en directo.
Más de una veintena de reporteros gráficos y periodistas informaron ayer desde Burdeos de las detenciones y del registro de la vivienda, al que fueron llevados los cuatro militantes vascos custodiados por agentes policiales.
Todos los medios se hicieron eco de las reivindicaciones que en perfecto francés o en euskara lanzaron los cuatro vascos a su entrada en el portal del céntrico apartamento. A López Peña, por ejemplo, le pusieron el micrófono casi en la boca.
El Gobierno español otorgó una especial importancia a las detenciones practicadas en Burdeos, así como la del ex alcalde de Andoain Joxean Barandiaran. Con notoria efusividad, el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, compareció ante los medios dos veces para insistir en que con el «durísimo golpe» a ETA «estamos más cerca del fin» y afirmar, como han venido haciendo en las últimas décadas todos los mandatarios españoles, que «esto se va a acabar», en referencia a la existencia de la organización armada vasca. El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, por su parte, subrayó que con el operativo policial «se ha dado un paso más, sin duda importante, en la victoria de la democracia sobre el terror».
Rodríguez Zapatero aseguró que con la detención de los cuatro vascos en Burdeos, «personas con un peso y una gran responsabilidad en la dirección de la banda», su Ejecutivo ha cumplido con uno de sus compromisos: «Que el único destino que los terroristas tienen es pagar por sus acciones; ser perseguidos, detenidos y cumplir la condena que los jueces les impongan». Además, el líder del PSOE empleó el operativo policial como muestra para que los ciudadanos ahora «tengan confianza y seguridad; confianza en la fuerza del Estado de Derecho para combatir la violencia y seguridad en que la democracia se impondrá al terrorismo».
En la vespertina rueda de prensa que ofreció Rubalcaba, la segunda del día (la anterior la dio en Dakar), el titular de Interior insistió en la importancia del operativo y especialmente del arresto de Xabier López Peña. Preguntado por qué era «relevante» la detención de Barandiaran, Rubalcaba respondió, de forma escueta, que «tiene relevancia y las investigaciones dirán el porqué».
«Éste es un golpe importante a la banda terrorista ETA», prosiguió Rubalcaba, que, aunque aseguró que «no tengo costumbre en comentar el organigrama de ETA», hizo hincapié en la importancia de los detenidos que, según dijo, «cree» que «son los que ordenaron los asesinatos», en referencia a las muertes del ex edil del PSE Isaías Carrasco en Arrasate y del guardia civil Juan Manuel Piñuel en Legutio.
El operativo desarrollado en Burdeos, Baiona y Andoain provocó una vehemente reacción del Ejecutivo francés. El propio presidente, Nicolás Sarkozy, así como su primer ministro, François Fillon, y la ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie, mostraron su «gran satisfacción» ante los hechos en sendos comunicados enviados a los medios de comunicación. En ellos, el Gobierno galo indica que el operativo es fruto de la «cooperación franco-española» en la lucha contra ETA.
Alliot-Marie precisó aún más este extremo, detallando que los arrestos han sido el resultado del «trabajo de inteligencia» llevado a cabo conjuntamente por los servicios franceses y españoles, haciendo referencia al acuerdo firmado el pasado enero entre ella y su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba. Este acuerdo fue definido como «un paso más en la persecución y prevención del terrorismo de ETA», y en virtud de este documento crearon equipos conjuntos permanentes de investigación entre cuerpos policiales españoles y franceses. La ministra, en su escrito, volvió a reiterar su «voluntad permanente de combatir con la mayor firmeza el terrorismo».
El comunicado difundido por el Elíseo y firmado por el presidente francés califica de «importante éxito» los arrestos y sentencia que «Francia está absolutamente comprometida en la lucha contra todas las amenazas que puedan atentar contra la integridad de nuestros ciudadanos». Asimismo, se congratula de arrestar a «quien utiliza Francia como retaguardia para sus acciones criminales».
Por su parte, el comunicado suscrito por Fillon resalta la «calidad destacable y cotidiana de la cooperación antiterrorista entre Francia y España; es la prueba de la eficacia de los equipos».
Como consecuencia del tumulto de periodistas que se formó en la entrada al portal de la vivienda de Burdeos y de las prisas y empujones del policía que le custodiaba, uno de los vascos al que taparon la cabeza cayó al suelo en el instante de acceder al portal.
