7º Congreso Nacional de LAB
Etxaide: «La clase trabajadora va a ser motor de cambio social y político»
Ainhoa Etxaide recordó ante 1.500 personas, en el acto de clausura del 7º Congreso Nacional de LAB, que «la clase trabajadora va a ser motor de cambio social y político». Pidió el compromiso de los trabajadores y delegados sindicales para «disputar el poder a la patronal y a las administraciones públicas», que son los valedores del neoliberalismo más feroz. Etxaide reconoció la fuerza de LAB para dar nuevos pasos en la liberación de Euskal Herria.
Juanjo BASTERRA | BILBO
El acto de clausura del 7º Congreso Nacional de LAB, con el lema «Euskal Herria gorrira. Aldaketa borrokaz, borroka eragin», ha caminado entre dos momentos esenciales en el sindicato, que en el trabajo de discusión ha demostrado «cohesión y compromiso» de los militantes de la central sindical.
Con una cuidada escenografía, el 7º Congreso Nacional de LAB recordó a las delegaciones de los sindicatos internacionales de los cinco continentes presentes, a los de Euskal Herria, a partidos políticos y grupos sociales que «es posible otra Euskal Herria».
El cierre del congreso fue una mirada al pasado y otra al futuro encarnado por el equipo de la nueva secretaria general, Ainhoa Etxaide, que logró el 90% del apoyo de los delegados sindicales. También significó el reconocimiento «a quienes dejan de estar en la primera línea de la organización en este momento y en otros anteriores», desde que nació en 1974 en una pastelería de Biarritz. Con esa visión histórica y, sobre todo, con la vista en «el futuro esperanzador», Ainhoa Etxaide asumió el reto de liderar a LAB durante los cuatro próximos años.
Es la primera secretaria general de un sindicato de clase, por lo que se comprometió de manera expresa a avanzar en la igualdad de género dentro de la central sindical, pero también en el mercado laboral. «La renovación en el sindicato no se ha hecho para bajar la media de edad», que se sitúa en este momento en 36 años, sino que tiene que ver «con la evolución de la clase trabajadora, en la que los jóvenes y las mujeres están teniendo el protagonismo».
En nombre del nuevo Comité Ejecutivo, que cuenta con siete mujeres y cinco hombres, dijo que «asumo el compromiso de una nueva generación de trabajadores abertzales, independentistas que apostamos por el cambio político y social de nuestro país. Un proceso en el que han intervenido dos generaciones y seguiremos avanzando, igual que lo hicieron ellos». En ese sentido, tuvo un recuerdo especial para quienes «luchan por lograr esos objetivos».
Ante 1.500 personas, entre invitados, delegados sindicales y afiliados del sindicato, Etxaide reconoció la labor de su antecesor, Rafa Díez, y aseguró que el objetivo fundamental de LAB será «luchar por el cambio político y social» para abrir un nuevo ciclo basado en «el reconocimiento de Euskal Herria».
Agente activo
Por ello recordó a los presentes en el BEC de Barakaldo que «tenemos que avanzar en el modelo económico y social. Debe cambiar para bien de este pueblo y de sus trabajadores. Tenemos que estar preparados para esa lucha para los próximos años, porque estamos convencidos -afirmó la líder de LAB- de que los cambios llevarán a la liberación de este pueblo».
Sin ningún género de dudas, precisó que «tiene que terminar el ciclo de negación de Euskal Herria». En este caso, destacó que «el sindicalismo abertzale debe ser agente activo y determinante de la clase trabajadora para avanzar hacia el cambio político y de futuro para este país». Reclamó un marco democrático en el que «los trabajadores podamos decidir sobre nuestro futuro», pero advirtió de que en los centros de trabajo hay que estar, una vez más, alertas para «activar el sindicalismo de contrapoder» que hasta la fecha ha dado resultados positivos a LAB en cuanto a impacto de su acción sindical y en crecimiento en representatividad. Ainhoa Etxaide indicó, en materia socioeconómica, que «se debe activar la lucha, porque se nos dice que viene la crisis. Todos tendremos que luchar para frenar el neoliberalismo, porque ya se sabe que privatiza los beneficios y socializa las pérdidas. Tenemos que decir no al neoliberalismo».
En este caso, la líder sindical señaló que «los trabajadores vamos a ser el motor de cambio en estos próximos años frente a la patronal y las administraciones públicas». Por lo que llamó a «estar dispuestos a disputar el poder a la patronal y a las administraciones, con sindicalistas comprometidos y militantes». Les pidió que extienda esa lucha a los centros de trabajo y también a cada pueblo de Euskal Herria.
LAB es el único sindicato de clase presente en Euskal Herria y durante su historia ha tenido un aumento creciente.
La secretaria general de LAB reconoció la fuerza del sindicato que la ha elegido para llevar las riendas en los próximos años para «dar nuevos pasos en la liberación de Euskal Herria» junto al protagonismo de la «clase trabajadora».
El ex secretario general de LAB, Rafa Díez, abrió el acto final y adelantó a los congregados que «seguirá trabajando por este pueblo y por la clase trabajadora».
Tras 16 años al frente de la central y casi 30 años ligado a la dirección de LAB, situó al sindicato como «sujeto de cambio social y político» y homenajeó al conjunto de la militancia «por llevar al sindicato a los niveles de reconocimiento internacional y de representatividad actuales con la lucha y el compromiso en favor de Euskal Herria».
El ex secretario general señaló que «me toca otra etapa, en el tour particular», aunque añadió que en la militancia sindical y social «no hay culminación. Podemos cambiar de situación, de estatus, pero los objetivos que nos llevan a una militancia sindical, social y política persisten, siguen llamando a seguir trabajando, a seguir desarrollando con vigor el compromiso con este pueblo, con la clase trabajadora», precisó.
Rafa Díez recordó a «los compañeros y amigos que hemos trabajado juntos, pero que han fallecido». Desde Jon Idigoras y Joselu Cereceda a Manu Aranburu, Félix López, «Nerón», Joselu Bibaratxo, además de otros como José Ramón Goikoetxea, «Ardotxi». También recordó a José Javier Arizkuren, «Kantauri», quien se encuentra en prisión, y que compartió tareas en la central sindical.
Según manifestó, tanto Euskal Herria, como los trabajadores y la militancia han sido los elementos que han marcado el trabajo del sindicato. El ex líder de LAB reconoció que « la lucha de un pueblo por su soberanía económica es la lucha por su identidad nacional y la lucha por la identidad nacional de un pueblo está intrínsecamente ligada a su soberanía económica», por lo que llamó a trabajar por conseguir esos objetivos para completar esa identidad como pueblo.
Rafa Díez defendió que Euskal Herria es «una nación con unos derechos y seguiremos luchando hasta conseguirlos». Los trabajadores serán «el sujeto del cambio», por lo que precisó que «el compromiso de los trabajadores, que son los que se encuentran en la cercanía del sufrimiento y la explotación, es el que ha permitido legitimar el proyecto sindical, un sindicalismo reivindicativo y de clase, que disputa el poder reivindicativo en la mejora de las rentas de trabajo, el reparto de la riqueza y las relaciones laborales, pero que no se amolda a la realidad que nos quieren imponer, sino que lucha para cambiar la misma. Son elementos que nos destacan», precisó.
