GARA > Idatzia > Jo puntua

Josu Imanol Unanue Astoreka Activista social

Ningún proyecto de país

En un intento de saber el futuro que me espera como espécimen y las posibilidades para defender y llevar a cabo ideas diferentes, he comprobado que es más factible la recuperación del tigre de Tasmania, extinguido en 1936, que recuperar el respeto a los que somos aborígenes en estas tierras, es decir, que no veo ningún proyecto de futuro para Euskal Herria, como no sea el impuesto y que justamente trata de liquidarla. Todo por carecer de herramientas suficientes para gestionar nuestra actualidad y futuro. Por ello, no se puede decir que somos respetados ni que como personas libres podemos decidir. Vivimos más una fantasía que la realidad.

Todo está previamente elaborado y acordado, nosotros no decidimos nada. Se puede decir que la gerencia está en manos de unos señores de la extrema derecha radical que niegan cualquier instrumento de decisión al resto de los ciudadanos. Ciudadanos que vemos desorientados y con cierto desinterés aprendido el saqueo habitual de los fondos públicos, ahora en museos, luego en fundaciones, en diputación, gobiernos autonómicos, ayuntamientos, etc. Un ejemplo, los sobresueldos que se autoconceden no responden a la voluntad de los ciudadanos ni van acordes con las pobres actividades que realizan. Y, salvo algún ridículo gesto de enfado o de disgusto, las gestiones de unos y otros son prácticamente idénticas y acordes a sus intereses en la gestión común de los dineros públicos.

Nos han adormilado con sus inauguraciones, votaciones bien dirigidas, condenas, alegrías o gestos dignos de los mejores cómicos del momento. No nos engañemos, comparten mesas e ideas, conscientes de que el dicho, «hoy por ti mañana por mí» está más en vigor que nunca.

Mientras, los aborígenes vemos que los precios suben y se encarece el vivir, asistimos asombrados y con resignación a la pasividad de los mandatarios y al uso del dinero público para los grandes proyectos que nos hipotecan más y no generan más igualdad ni futuro seguro alguno como pueblo. Los beneficios para los acólitos, besamanos y enchufados de siempre. Y es que incluso en este viaje no todos vamos en el mismo vagón ni en el mismo tren. A nosotros nos corresponde pensar y respirar si nos autorizan, votar por obligación y a ellos, olvidándonos de nuestros derechos básicos como ciudadanos, es decir, de participar.

Los proyectos no son nuestros ni serán, y debemos recordar que aún así los partidos hegemónicos y sus representantes son y serán financiados con nuestros impuestos. Así, no interesa potenciar la conciencia ciudadana para la participación ni la solución a los conflictos creados por ello.

En esta casa nuestra de líos propios de los hermanos Marx suceden cosas que nos cuesta creer y más cambiarlas o controlarlas. Porque para lograr el cambio debemos ser conscientes del engaño y asumir un compromiso. Pero de momento nos vale con la tontería de vivir mejor que nadie y los datos estadísticos de adoctrinamiento que no hablan de las grandes diferencias que se están generando, de discriminación, de corrupción, o de las situaciones personales o del proceso de «democratización» inexistente que nos hará será aún mas dóciles y útiles para este corrupto sistema de favores imperante.

Mientras algunos van a Madrid a la compraventa de derechos ajenos y comparten foto con mandatarios, otros van a la fuerza diariamente. Van a perder sus libertades y derechos en tribunales excepcionales. Los que se reparten beneficios de la situación creada siguen hablándonos de un futuro en libertad inexistente en sus proyectos. Besarkada handi bat epaituei, eta berezia Madariri.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo