El rechazo al proyecto de Juan Ignacio Pérez ha dejado a la UPV en una situación de interinidad hasta las próximas elecciones. El único candidato a rector no consiguió el respaldo de la mayoría, y tras la derrota anunció que no se volverá a presentar. La fecha en la que se celebrarán las elecciones es una incógnita, pero no será antes del mes de noviembre.

El actual rector continuará de forma interina durante varios meses, en los que las únicas decisiones que tome serán referidas al funcionamiento diario de la institución, mientras que las más importantes deberán esperar a la entrada de un nuevo equipo de gobierno.

Los datos definitivos de la votación del jueves serán publicados el 30 de mayo. A partir de ahí, se abrirá un plazo de 30 días para convocar nuevas elecciones. Aunque desde los sindicatos CCOO y UGT urgieron ayer a que se celebren a finales de setiembre o mediados de octubre asegurando que la reglamentación lo permite, la llegada del periodo estival y la entrada en un nuevo curso académico provocarán un cambio en el censo electoral que retrasará los trámites.

Las declaraciones de los sindicatos de ámbito estatal dejan entrever que tienen en mente impulsar alguna candidatura, una postura que contrasta con la mantenida en las últimas elecciones. Al contrario que en 2004, en que se presentaron hasta siete candidaturas, en esta ocasión Pérez no se ha enfrentado contra ningún proyecto. Un factor que, paradójicamente, ha jugado en su contra al no conseguir el respaldo de la mayoría de la comunidad universitaria.

Asimismo, Antonio Vera, el único que pretendió presentar una candidatura alternativa a la de Pérez y que no pudo hacerlo por carecer de las firmas necesarias, aseguró que volverá a intentarlo. Está por ver si algún componente de la candidatura de Pérez o la plataforma «Nuestra meta una Universidad para Euskal Herria» contempla la posibilidad de presentarse.

Claves de la derrota

A la hora de explicar la derrota de Pérez destaca el rechazo recibido entre los doctores, con 801 votos en contra y 589 a favor. En un sistema de sufragio ponderado, se trata del voto con más peso -el 51% de los resultados finales- y algunas iniciativas em- prendidas por el rector no han sido del agrado de este sector considerado como el más «inmovilista» dentro de la comunidad universitaria.

Entre ellas, destacan su rechazo a la enseñanza en euskara y el acuerdo alcanzado para el cobro de los complementos con el resto de profesorado, que habría supuesto que algunos sufrieran una disminución en sus ingresos con las nuevas baremaciones realizadas por el Gobierno de Gasteiz.

Los trabajadores de la Administración también se posicionaron en contra de Pérez y castigaron la oferta pública de em- pleo realizada para que se convirtieran en funcionarios.

Sin embargo, el candidato a rector tampoco ha conseguido movilizar a su favor al resto del profesorado. Pese a que obtuvo la victoria por la mínima, la participación rondó el 48%, mientras entre los doctores y personal de administración fue del 82% y 71%, respectivamente.

La alta abstención estudiantil también ha jugado en su contra. Tan sólo el 3% de los alumnos acudió a votar. Ikasle Abertza- leak reclamó una reflexión en este sentido y señaló que los alumnos han rechazado la apuesta de Pérez por el «campus policial» y la aplicación del proceso Bolonia. Por ello, reclamaron a las próximas candidaturas que tengan en cuenta la palabra de los estudiantes.