La Real afronta en Santa Cruz de Tenerife un partido que, de ganarlo, le puede situar esta noche en puestos de ascenso ya que está a un punto del Málaga que visita a la misma hora al Sevilla Atlético y a dos de un Sporting de Gijón al que la espera hasta las 20.30 de mañana para jugar en Mendizorrotza se le hará más larga si los guipuzcoanos consiguen hoy una victoria.

Para lograrla se espera que Juanma Lillo presente un once en el que Mikel Aranburu e Iñigo Díaz de Zerio recuperarían la titularidad tras superar su lesión el azpeitiarra y cumplir su sanción el donostiarra, que volvería en banda derecha, con lo que Gari Uranga pasaría a la izquierda. Estas conclusiones que pudieron sacarse del entrenamiento del jueves en Zubieta se confirmaron ayer al conocerse una lista de convocados en la que figuran otros dos delanteros como Víctor y Skoubo. La tercera novedad de la lista fue la entrada de Carlos Martínez.

La Real lleva una racha desde la llegada de Lillo de quince puntos en los últimos siete partidos sin perder mientras que los canarios sólo han sumado cuatro puntos en sus siete jornadas sin ganar. A esos precedentes se añade que el Tenerife tiene muchas bajas y piensan más en las vacaciones.

Pero hay una serie de elementos extraños que van a condicionar el partido de esta tarde. A la Real no le favorecen nada todas las insinuaciones de primas al Tenerife condicionadas al ascenso -lo que se entiende como un estímulo para que se deje ganar hoy-. Los canarios, que seguro que estarán primados además por ganar por Málaga y Sporting, contarán con el estímulo de tener que vencer para que no les acusen de venderse a la Real. Eso unido a que el partido se juega a las 17.30 de las Islas son hándicaps importantes.