Pérez, víctima del sistema que él mismo apuntaló
Tras su derrota en las elecciones al rectorado de la UPV-EHU, Juan Ignacio Pérez confirmó ayer que no se presentará de nuevo al puesto y que permanecerá en el cargo hasta que se convoquen nuevas elecciones, probablemente a principios del curso que viene. Esa situación de interinidad afectará al funcionamiento de la universidad, que de la mano de Pérez tenía planeado avanzar en la aplicación de los estándares europeos asociados al proceso Bolonia en los próximos meses.
El sistema electoral universitario, con una ponderación del voto que privilegia a las «castas» de profesores de mayor rango en detrimento de quienes deberían ser los verdaderos protagonistas de la universidad, los alumnos, ha sido una vez más el que ha inclinado la balanza. En su esquema de transición tranquila del modelo funcionarial francés hacia el modelo académico estadounidense, ligado a criterios de mercado, Pérez ha abandonado cualquier intento de democratizar el sistema. Es más, por medio del reglamento y con la excusa de Bolonia, ha terminado endureciéndolo.
Pérez es de los que considera que los cambios han de hacerse desde dentro de las estructuras de poder. Pero han sido esas estructuras de poder y su incapacidad para llegar a acuerdos con quienes propugnan una alternativa al actual modelo las que ahora le han quitado el poder.