En el marco de la recepción a los participantes en Umore Azoka, ayer al mediodía se dio a conocer que el galardón que la organización otorga a personas o entidades por su compromiso con las artes escénicas en la calle no sería este año uno solo, sino dos, que fueron a parar a manos de Trapu Zaharra y de la escenógrafa Susana Herreras.

En el caso de Trapu Zaharra, que este año celebra su vigesimoquinto aniversario, los organizadores han valorado que se trata de «una compañía pionera, que se caracteriza por tener un estilo propio de concebir la calle, vinculando siempre al espectador dentro de cada uno de sus espectáculos, en los que el humor y el discurso social van de la mano».

De Susana Herreras, destacaron que, «a lo largo de veinte años, se ha dedicado a potenciar las artes escénicas, en el más amplio sentido de la palabra, tanto en sala como en la calle, y que tiene una gran vinculación con las compañías».

La recepción fue también el marco en el que los premiados en la edición del pasado año de Umore Azoka recogieron sus estatuillas. En concreto, la compañía Alquimia 130 fue la que se llevó, por «Alma candela», la correspondiente al mejor espectáculo callejero, «por ser un trabajo pensado específicamente para los espacios abiertos, que combina la música en directo con el movimiento, y juega con elementos como el agua y el fuego, conformando un ritual contemporáneo».

Otros galardones

El premio al mejor espectáculo callejero de Euskadi fue para La Pez, por «La danza que nos parió», «una propuesta fresca, transgresora, que funde diferentes lenguajes de una manera iconoclasta y que logra una gran comunicación directa con los espectadores».

Los accésit fueron para la compañía Ne Me Titere Pas, por «El sainete del señor cura», «por lo singular de propuesta y la coherencia de la puesta en escena», y para Al Suroeste Teatro, con «Paso a vaso», «por mantener una idea de teatro popular que engarza con la tradición de los Cómicos de la Legua».