La Unasur da un nuevo paso hacia la integración sudamericana
Los doce países que conforman la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) firmaron ayer el acta constitutiva del recién nacido mecanismo de integración que pretende fortalecer el diálogo político y ser un espacio de concertación con el objetivo de «construir la identidad y una ciudadanía sudamericanas». Michelle Bachelet asumió la presidencia de turno.
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La cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocada en Brasilia para firmar el acta constitutiva de este mecanismo de integración arrancó con el elogio a un tratado con el que Sudamérica gana «el estatuto de actor global». La Unasur, cuyo objetivo es desarrollar un espacio integrado en lo político, social, cultural, económico, ambiental y de infraestructura, se suma al bloque aduanero Mercosur y a la Comunidad Andina de Naciones (CAN)
Con la firma del acta constitutiva por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela se da comienzo a la integración regional, cuya invitación se extienden a los vecinos países caribeños, según manifestó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, durante su discurso de apertura del encuentro.
Este primer gran foro político de Sudamérica, que reunirá a sus presidente una vez al año y dos a sus cancilleres, busca «fortalecer el diálogo político» y ser un «espacio de concertación para reforzar la integración» en la región, al tiempo que pretende «constituir una identidad y una ciudadanía sudamericanas», según recoge el documento. Además, establece entre sus principios rectores, informó Telesur, la democracia y el «irrestricto respeto a la soberanía, integridad e inviolabilidad territorial de los estados».
Entre sus fines fija la erradicación de la pobreza y el analfabetismo, el acceso universal a los servicios de salud y seguridad social, el fortalecimiento del diálogo político y la integración energética, de infraestructuras, financiera, industrial y productiva.
Este organismo tiene sus antecedentes en la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN), constituida en diciembre de 2004 en Perú, cuyo nombre fue cambiado por el de Unasur en abril de 2007 por los jefes de Estado reunidos en la Cumbre Energética del Sur.
El mandatario de Bolivia, Evo Morales, que había ocupado la presidencia de turno en el último año cedió el puesto ayer a su homóloga chilena, Michelle Bachelet. Unasur contará con un consejo de jefes de Estado, otro de delegados, además de la prevista futura creación de un Consejo de Defensa, que ayer no salió adelante por las reticencias de Colombia.
Da Silva recalcó ayer que Sudamérica «renueva la confianza en la capacidad de sus pueblos para que construyan un destino común de desarrollo, justicia social, democracia y paz» y aseguró que es una región «de paz dónde florece la democracia».
El presidente saliente, Evo Morales, expresó que con el nacimiento de la Unasur «empieza a cumplirse el sueño de nuestros antepasados, de la lucha de nuestros líderes sindicales, sociales y políticos que defendieron la unidad y apostaron por la independencia.
Bachelet, por su parte, destacó la nueva etapa en la que entre la integración sudamericana de la mano de la Unasur y dijo que los presidentes de la región tienen la gigantesca tarea y responsabilidad de hacer que «el siglo XXI sea mejor que el siglo XX para nuestros pueblos».
El Gobierno de Colombia anunció ayer en Brasilia su negativa a suscribir el Consejo suramericano de Defensa, «dadas las amenazas del terrorismo y las derivaciones conocidas». Sin embargo, no se opuso a la creación de un grupo de trabajo que en los próximos 90 días estudie la creación del Consejo de Defensa para elaborar estrategias militares comunes.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, señaló que el proyecto debería concretarse «de inmediato» pese a las reservas de Bogotá. «La integración debe marchar a la velocidad del más rápido, no del más lento -agregó-. Quienes tengan reservas al proyecto podrán negociar en el futuro su adhesión».
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