Giro | Decimocuarta etapa
La primera de la tres pesadillas encumbra a Sella
El rey de la montaña demuestra su condición y se exhibe en la primera etapa dolomítica. Contador flaquea ante Menchov, Simoni y Ricco y Bosisio se viste de rosa en Pampeago tras el hundimiento de Visconti.
Aritz SORZABAL | DONOSTIA
La primera de las tres etapas dolomíticas, la menos exigente de la terrible trilogía que protagonizará el pelotón hasta mañana, dio algunas pistas sobre el estado de forma de los favoritos. Tras el lógico hundimiento del hasta ayer líder Visconti -llegó a 18 minutos-, Contador no pudo vestirse de rosa por tan solo 5 segundos. Si no hubiera flaqueado en el tramo final, encabezaría ahora la clasificación general, pero el madrileño parece estar un peldaño por debajo de Ricco, que demostró tener piernas y cabeza en la durísima subida a Alpe di Pampeago.
Y es que la gran esperanza del ciclismo italiano no se cebó cuando vio que no podía seguir la estela de Menchov y Simoni, los más fuertes ayer, por lo que, tras pasar ese mal trago, se recuperó y acabó siendo uno de los grandes beneficiados. Sacó 36 segundos a Contador y un minuto a Kloden y ya es cuarto, a las puertas de la etapa reina prevista para hoy.
Di Luca también flaqueó, pero menos que Contador. El de Pescara mandó a sus compañeros poner el ritmo de subida, pero no tuvo fuerzas para remachar ese trabajo. Su compañero en el LPR, Bosisio, pasa a ser el nuevo líder al defender la renta acumulada en sus escarceos en las etapas anteriores.
180 kilómetros de galopada
La etapa de ayer fue durísima, pese a que no hubo demasiados ataques entre los favoritos. No hizo falta, puesto que la dureza del Passo Manghen y de Alpe di Pampeago fue suficiente para que muchos ciclistas llegaran exhaustos a meta. Por ello, el triunfo de etapa de Sella fue todavía más meritorio. El rey de la montaña se escapó en el kilómetro 13 -la etapa tenía 195 kilómetros-, junto a otros doce ciclistas, y fue capaz de llegar con una ventaja de 8.48 sobre el primero de los favoritos: Menchov.
El maillot verde y sus compañeros de escapada comenzaron a subir el primer gran puerto del día, el Passo Manghen, con siete minutos de renta sobre el pelotón, cuando aún restaba una cuarentena de kilómetros para la línea de llegada. Esa ventaja, en lugar de decrecer, aumentó tras el ataque de Sella. El ciclista del Navigare coronó el alto con once minutos sobre los favoritos y casi trece respecto al líder Visconti. El ganador comenzó la última subida con más de diez minutos, por lo que mantuvo esa renta sin problemas, aunque nadie lo diría viendo como se estremecía sobre el asfalto. Pero es que los últimos tres kilómetros fueron terribles.
Todos sufrieron horrores, en especial el líder Visconti, que tuvo problemas para mantenerse sobre la bicicleta.
La etapa de hoy da miedo. Son 155 kilómetros en los que no hay ningún kilómetro llano. Se subirán seis puertos: Pordoi, San Pellegrino, San Tomaso Agordino, Giau, Falzarego y la temible Marmolada, final de etapa.
Al término de la etapa, Di Luca reconoció que «nadie ha estado al máximo nivel», en alusión a los favoritos y a las dificultades de éstos para romper la carrera en la parte final. Asimismo, señaló que «yo he estado bien hoy, pero me ha faltado algo». Simoni, por su parte, remarcó que su ataque fue el primero de entre los favoritos y que al final «el que ha ganado tiempo ha sido el que ha estado más agazapado», en referencia a Menchov.
Por otro lado, Ricco indicó que pasó una mala noche y que está algo resfriado. «Me costaba respirar. Espero estar mejor mañana -por hoy- y que haga buen tiempo para poder recuperarme».
A.S.