El delicado estado de salud del preso político Angel Figueroa sigue empeorando por momentos sin que Instituciones Penitenciarias acepte excarcelarlo. El algortarra, que cumple condena en la cárcel de Langraiz, ha tenido que ser ingresado por enésima vez en el hospital de Txagorritxu tras sufrir una fuerte crisis epiléptica.

La plataforma que trabaja por su excarcelación, Anjel Kalera! Herri Ekimena, informó de que el traslado al hospital se llevó a cabo el viernes, sin que trascendiera detalle alguno en torno a la situación del prisionero.

Pese a no conocer con exactitud el estado actual del vecino de Algorta, la iniciativa popular ha querido encender todas las alarmas sobre la grave situación que padece su convecino, alertando de que «día a día se agrava su estado de salud». Detallaron que las crisis epilépticas que sufre Figueroa son «más intensas y continuas» y como botón de muestra indicaron que en los últimos meses han sido numerosas sus idas y venidas al hospital. Sin embargo, tras pasar pocos días o incluso horas en el hospital, la iniciativa popular ha criticado que Figueroa haya sido llevado de vuelta a prisión, por lo que exigió su inmediata puesta en libertad.

Cinco ingresos en un mes

Recordaron que desde el pasa-do 20 marzo y en un periodo inferior a un mes, han sido por lo menos cinco las ocasiones en las que Figueroa ha tenido que ser hospitalizado.

El 20 de marzo, el prisionero permaneció unas horas en el hospital de Txagorritxu después de sufrir una grave crisis; sin embargo, al día siguiente ya estaba de vuelta en la cárcel Langraiz. Una semana más tarde, el día 27 del mismo mes, tuvo que ser ingresado de nuevo durante una semana a consecuencia de otra fuerte crisis.

Tras pasar sólo tres días en la cárcel de Langraiz, el 7 de abril, volvió a repetirse la situación y Figueroa fue trasladado de nuevo a Txagorritxu, donde sólo permaneció unas horas. El día 8, pese a que Figueroa había abandonado el centro hospitalario por la mañana, volvió a ser ingresado en el mismo centro a las 19.00. Dos horas después, Figueroa fue puesto camino a prisión, pero su estado se complicó en el trayecto y tuvo que ser trasladado al hospital Santiago, donde sólo lo trataron por media hora. Según denuncia la plataforma, las idas y venidas al hospital se han repetido en otras ocasiones desde entonces.

Anjel Figueroa, pese a que sólo cuenta con 37 años, sufre una enfermedad neurológica que durante su encarcelamiento -lleva ya 14 años en prisión- ha degenerado en epilepsia y esclerosis mesial, ambas enfermedades crónicas e incurables. Desde el año 2005, Figueroa sufre violentos ataques epilépticos con pérdida de consciencia. En 2006 fue operado, pero su situación continuó empeorando.

Con objeto de socializar la situación que vive Figueroa y exigir su inmediata puesta en libertad, la iniciativa popular Anjel Kalera! continúa con su labor de información y denuncia sobre la situación que vive el preso algortarra. Tanto en marzo como en abril, las actividades en favor de la puesta en libertad de Figueroa se multiplicaron. Las manifestaciones, los actos, las charlas o las marchas a Langraiz se sucedieron en el municipio vizcaino.

Asimismo, la plataforma popular logró 3.582 rúbricas de ciudadanos que exigían la libertad de Figueroa. Estas firmas, además, fueron dirigidas al lehendakari Juan Jose Ibarretxe, así como al director de la cárcel de Langraiz, Juan Antonio Pérez, y al alcalde de Getxo, Imanol Landa. Entre las protestas realizadas también se encuentra la concentración llevada a cabo ante el ambulatorio de Algorta con el fin de que el Departamento de Salud del Ejecutivo de Lakua y su máximo responsable, Gabriel Inclán, se hicieran eco del estado de salud de Figueroa.

La iniciativa Anjel Kalera! ha asegurado también que seguirá concentrándose cada viernes, a las 20.00, en la plaza Telletxe para exigir su inmediata puesta en libertad.