«ETA surgió para hacer frente a la opresión, y aún hoy seguimos con ese compromiso, intentando abrir la puerta a la independencia y el socialismo. Nuestra meta es la creación del Estado Vasco, porque posibilitará el completo desarrollo de Euskal Herria y de sus ciudadanos. Son muchas las personas y los agentes que trabajan en esa dirección, cada uno desde su capacidad y perspectiva. Todos son necesarios. Por lo que respecta a ETA, continuaremos haciendo nuestra aportación». De esa forma fija la organización armada, en un comunicado remitido a GARA, sus prioridades, que remarca afirmando: «Teniendo como norte la creación del Estado Vasco, debemos seguir dando pasos en el día a día».

Ese camino pasa, a su juicio, por «desarrollar los cimientos de nuestro pueblo y acelerar la lucha contra la opresión y en favor de los derechos», por lo que hace un llamamiento al conjunto de la ciudadanía a implicarse en esa labor «que nos ha colocado más cerca de la oportunidad de alcanzar la libertad».

La operación de Burdeos

ETA, que en el texto asume cuatro atentados -los dos registrados el 1 de mayo en Donostia y Arrigorriaga contra la sede de Osalan y el pabellón del Ministerio español de Trabajo, respectivamente; el que, el día 14, destruyó la casa-cuartel de Legutio y acabó con la vida del guardia civil Juan Manuel Piñuel; y la acción contra el Club Marítimo de Getxo del 19 de mayo-, asegura que no le sorprende que «una de las prioridades» de los estados español y francés sea «la caza de militantes y responsables de ETA. Es lo que han expresado con la operación de Burdeos».

Pese a considerar que ese tipo de redadas constituyen «parte importante de la estrategia represiva», alerta de que «no es la única. Esa estrategia golpea a todos aquellos agentes que abogan por un cambio político real y a todos los que luchan, con la intención de ahogar así al movimiento de liberación. Para ello, incluso la podrida `democracia' se ha quitado la máscara».

A los gobiernos de Madrid y París se dirige, precisamente, para advertirles que con esa política «se equivocan. Si no se le da la respuesta adecuada al fondo del problema, el conflicto persistirá y nos estarán obligando a seguir luchando como hasta ahora». Y es que, según agrega la organización armada, «no estamos dispuestos a eludir nuestra responsabilidad».

Y la solución, a su entender, no llegará ni con la represión ni con «los fraudes que, vestidos de reforma autonómica, podrían llegar en un futuro».

«Oscuro futuro de límites»

ETA, que ha denunciado que PSOE y PNV pretenden imponer a Euskal Herria «un fraude como el de hace 30 años», carga con dureza contra el proceder de esos dos partidos en los últimos tiempos: «El juego que mantienen es vergonzoso. Ahora se pelean por las elecciones, en una ridícula disputa por ver quién consigue el sillón de Ajuria Enea». Y con ese fin, prosigue, «algunos, podridos por el partidismo, incluso deforman el derecho a decidir».

Para la organización armada, ni la formación que lidera José Luis Rodríguez Zapatero ni la que preside Iñigo Urkullu tienen «nada sensato que ofrecer» a Euskal Herria, «únicamente, un oscuro futuro lleno de límites. Y como ellos, también NaBai, que prometió un cambio en Nafarroa y que, por el contrario, ahora vive a la sombra del Amejoramiento del Fuero». Una crítica que hace extensible también a «aquellos que presentan seudoinstituciones y planes vacíos en lugar del reconocimiento institucional de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa».

«Eso sí, para que sus despreciables proyectos salgan adelante, la mayoría de ellos sí se ponen de acuerdo a la hora de agredir y excluir a la izquierda abertzale», añade.

A todos ellos se dirige ETA para indicarles que «sólo un marco democrático que dé una respuesta adecuada a las claves de la autodeterminación y la territorialidad nos pondrá en el camino de resolver el conflicto». Así, concluye que «necesitamos un marco democrático que garantice todos los derechos; haga factibles todas las opciones políticas y, por tanto, posibilite la consecución de la independencia; incluya un poder político real y las necesarias competencias para ofrecer un desarrollo mayor a la construcción nacional; y, por medio de una autonomía que comprenda el reconocimiento nacional, posibilite la institucionalización de Ipar Euskal Herria y la unidad territorial de Hego Euskal Herria».