Madrazo afronta la asamblea con el reto de superar el 62% ante la lista crítica de Matute
EB inicia hoy en Bilbo la asamblea destinada a renovar su dirección y, quizás, su estrategia. Madrazo afirmó que no se conformará con menos apoyo que el 62% anterior, y Matute sitúa su alternativa a medio plazo.
GARA |
Las espadas están en todo lo alto en Ezker Batua. Ante la Asamblea que se inicia hoy y concluye mañana, ayer se confirmó un secreto a voces: que el parlamentario en Gasteiz Oskar Matute lidera la lista alternativa a la de Javier Madrazo. Este llega como favorito, pero hace meses se puso un objetivo que resulta más complicado: no le basta con ganar, sino que se pone el listón mínimo en obtener más del 62% de apoyos que acumuló en la anterior cita.
El mensaje de los críticos, además, no sólo ataca la estrategia de la formación, sino la figura de su líder. En la enmienda a la totalidad hecha pública anteayer se habla de que EB «no puede continuar funcionando en torno al poder seudomonárquico y absoluto de una sola persona, que huye premeditamente de la horizontalización decisoria». Y se denuncia además la existencia de «clanes sectarios» en el seno de la formación.
En el aspecto táctico, el debate no es menos importante. Los críticos abogan por salir del Gobierno tripartito y por emprender otra política de pactos que no les vincule necesariamente a PNV y EA. Recuerdan al sector oficial los últimos batacazos electorales y los vinculan con esta estrategia.
Mensajes sosegados
En las últimas horas previas a esta Asamblea, ambas partes quisieron lanzar mensajes más sosegados. Desde la actual dirección, que siempre ha esquivado el enfrentamiento, ayer se insistió en que «todas las posiciones son legítimas y enriquecen el debate de la Asamblea». Respecto a Matute, el ponente, Igor Irigoyen, manifestó que «es un activo para esta organización» y dio por seguro que sea cual sea el resultado «trabajaremos juntos en el futuro».
Frente al planteamiento oficial, que no es explícito en lo relativo a la política de pactos, los críticos reiteran que la participación en el tripartito de Lakua debe darse por cancelada. Aun y todo, Oskar Matute rebajó sustancialmente el tono de otros compañeros en su comparecencia de ayer. Concedió incluso que el balance de esta implicación en el Gobierno «es positivo», pero estimó que en la actualidad se ha convertido en «una atadura» y que «supone una limitación para ser visualizados como fuerza de izquierdas al 100%».
Pase lo que pase hoy y mañana, Matute afirma que la lista presentada por los críticos «tiene un futuro enorme», y esperó que se sumen más compañeros «para impulsar el necesario debate de la izquierda vasca».
Matute dio impresión de asumir la posición de favorito de Madrazo al indicar ayer que «el porcentaje no nos importa, pero queremos ser la primera piedra del nuevo edificio que debe ser EB».