Poco antes del inicio de su Consejo de Administración, la Autoridad Portuaria de Bilbo informó ayer de la suspensión de las obras de relleno del Canal de Deustua, que pretende desecar una franja de la lámina de agua en su margen derecha para, sobre 25.000 metros cuadrados, edificar 600 ó 900 viviendas y crear un paseo. «Esta decisión se ha tomado en espera de conocer los efectos que puedan derivarse, en el ordenamiento de esta zona, como resultado de la revisión que se va a cometer en la planificación de la misma», justificó la entidad.

El anuncio de la Autoridad Portuaria se conoció un mes después de que el Pleno del Consistorio bilbaino, con los votos de PNV y EB, aprobase el 24 de abril la modificación del Plan General para permitirle el relleno, al establecer que la anchura del Canal sea de 83 metros. El teniente de alcalde Ibon Areso matizó que los trabajos se reanudarán en caso de que el Plan Especial, que debe refrendar el Ayuntamiento, lo contemple.

Areso, que es el alcalde en funciones hasta que Iñaki Az-kuna se recupere de la operación quirúrgica que el martes se le practicó en Nueva York, señaló que, en principio, el Plan manifiesta un «espíritu inicial a favor de los rellenos», pero apostilló que esa voluntad es «reajustable».

La delegada de Urbanismo, Julia Madrazo, agregó que la tramitación del Plan Especial se prolongará al menos ocho meses, ya que es un proceso en el que, tras la aprobación inicial del Pleno del 24 de abril, deben ser atendidas las alegaciones que se formulen.

Desde la asociación de vecinos El Canal, Jesús Ureta mostró su satisfacción por la paralización temporal, añadiendo que «parecía que nadie podía parar a la Autoridad Portuaria y lo hemos conseguido». El portavoz vecinal achacó la decisión a la presión ciudadana y abogó por que se mantenga el proyecto urbanístico de 1995, que incluía la creación de un gran parque de ribera desde Botica Vieja hasta la curva de Elorrieta.

PP y PSE se congratularon por la decisión de la Autoridad Portuaria. Así, el portavoz municipal del PSE, Txema Oleaga, dijo que es el momento de «parar toda la operación, dar un tiempo para reflexionar, comenzar el proceso de participación vecinal y replantearse el conjunto de la operación de Zorrotzaurre, que tiene muchas incógnitas y sería conveniente darle una vuelta muy importante, especialmente en cuanto a la construcción de vivienda».

La izquierda abertzale también opinó en términos similares. Por ello, reivindicó la inmediata creación de una comisión «plural y abierta» que cuente con la participación del equipo de gobierno municipal, arquitectos, agentes sociales y vecinales, talleres y trabajadores de la zona, comerciantes de Deustua y San Inazio, así como todas las fuerzas políticas «sin exclusión alguna» y la Asociación Vasca de Patrimonio Histórico, «que participe en el diseño y seguimiento de un plan urbanístico nuevo que satisfaga realmente las necesidades de la zona».

Lamentaron que, hasta ahora, la operación haya sido dirigida por PNV-EB y las diferentes empresas privadas con intereses en la península de Zorrotzaurre.