Alaska nos queda lejos desde todos los sentidos, tanto en el mediático como en el geográfico... Seguramente por todo ello (su aislamiento se multiplica por dos), y a pesar de las sobresalientes actividades alpinas que se desarrollan en el seno de sus montañas, su eco no cobra toda la importancia que se merece.

Durante esta temporada primaveral, una vez más, los picos con más renombre de Alaska han recibido la visita de un colectivo de alpinistas de calidad llegados desde diferentes puntos del mundo, pero, por aquello de la cercanía, con mayoría de representantes norteamericanos.

Para empezar, hacemos un hueco a la estadounidense Zoe Hart. Y es que se ha convertido en la primera mujer en escalar una de las joyas de mixto, hielo y roca del Mount Hunter: Deprivation. Esta estética línea de la noroeste de la montaña está justamente a la derecha del gran protagonista del Hunter: Moonflower Buttress. Pues bien, Hart, junto al canadiense Máxime Turgeon, escaló la vía abierta en el 94 por Backes y Twight (ED+, 90º) en 23 horas reales de escalada; la mayor parte en ensamble. Primera femenina y cuarta absoluta, pero con una casi primera de la neozelandesa Pat Deavoll, quien en el 2004 escaló Deprivation pero sin hacer cima.

Por su parte, Turgeon se llevaba dos rutas del Mount Hunter en tan sólo un mes: la ya citada Deprivation y Moonflower Butress (grado Alaska 6: V, A3, AI6). Por si fuera poco, el canadiense, con los estadounidenses Bel Gilmore y Freddie Wilkinson, abría una vía en el Bat's Ears, uno de los picos más altos con apenas aperturas. 23 horas de escalada sin parar para una línea exigente.

Seguimos con la crónica y con la nueva ruta firmada por los británicos Jon Bracey y Matt Helliker en el Mooses Tooth. Durante el 3 y el 4 de mayo se hacen con esta línea de la increíble cara este a la que le han llamado Moose Hoose Aboot This Hoose y con dificultades técnicas y de exposición ED4, M8, A2 y AI6. Se quedaron a 100 metros de la cima, ya que por encima tenían un impresionante serac imposible de superar.

Cordada eslovena en acción

Como adelantábamos, en esta ocasión abrimos de par en par las puertas para traer a estas líneas las actividades realizadas por la cordada eslovena formada por Tina di Batista y Tomaz Jakofcic. Creemos que la información enviada por el tándem esloveno merece otro tratamiento, ya que forman equipo mixto, porque Alaska no es su habitual terreno de juego y porque las escaladas de mixto y hielo que han llevado a cabo durante el pasado mes de abril son realmente buenas.

Ya para el día 7 tenían en mente la vía Ham and Egss (V, 5, AI4, 850 m) de Moosess Toth. Se trata de una línea abierta en 1975 por Davies-Krakauer y Zinsser. Las condiciones no son nada propicias (mucha nieve y poco hielo) y deciden esperar. Seis días más tarde, la montaña se muestra más agradecida y, como aclimatación, escalan la Ham and Egss.

Casi sin descanso -había que aprovechar bien el viaje-, el día 18 se embolsan la que seguramente es la segunda ascensión de la Freezy Nuts (TD+, 95º, 800 m) del London Tower. La vía fue escalada por primera vez por los franceses Manu Pelissier y Manu Guy en 1996. Según Jakofcic, no resultó muy difícil por las condiciones que se encontraron: «La verdad sea dicha, la línea presentaba una cara más amable por las condiciones que tenía. Así pues, comparando con las dificultades que escalaron los franceses, nosotros la encontramos más fácil, ya que la nieve y el hielo se dejaban mucho. A nuestro parecer, escalamos en hielo máximo grado 3. Eso sí, es una vía muy buena y estética, y creemos que se convertirá en una de las clásicas de la zona; y es que se puede escalar en medio día».

Tras poner a punto la maquinaria, di Batista (una de las alpinistas europeas más en forma del momento) y Jakofcic se trasladaron al objetivo más importante que tenían entre manos: El Mount Bradley es uno de los iconos de la Cordillera de Alaska, y más concretamente de la zona de Ruth Gorge. En su cara sureste, hace justamente un año, los alpinistas japoneses Fumikata Ichimura, Yusuke Sato y Tatsuro Yamada abrían la ruta Season of the Sun (V, WI4+R, M6R, 1500 m).

Un año más tarde, la línea japonesa recibía por parte de la cordada eslovena la primera repetición en una escalada desarrollada en non-stop y en estilo alpino. Era el 22 de abril cuando di Batista y Jakofcic se enfrentan a Season of the Sun. Tal y como nos adelanta Jakofcic, tuvieron una especie de cara y cruz con las condiciones de la montaña: «Mientras que la primera parte de la vía resultó más fácil, en la superior tuvimos que dar todo. Lideré el comienzo de la parte central del corredor, el mismo recorrido de los japoneses, pero ellos, sorprendentemente, escalaron esta sección con muy buenas condiciones. La parte inferior estaba más o menos limpia y con nieve fresca. En cambio, en la superior nos encontramos con la sorpresa de las constantes duchas de nieve en forma de avalanchas».

Según informa el esloveno, la primera tirada más dura, el diedro inicial de M6, no fue nada difícil por la acumulación de nieve y hielo: «Los japoneses fijaron esta sección; nosotros no, ya que estaba cubierta de hielo fino y la convirtió en más fácil. La parte superior, en teoría más fácil técnicamente, no estaba nada agradecida. La escalada se hizo más dura, y tuvimos que hacer varias variantes en las zonas más verticales por la falta de hielo. La original sigue un offwidth con hielo (nosotros lo escalamos con nieve) y sigue por el diedro clave (M6+) a la izquierda de la salida».

Comparando con la propuesta japonesa, los eslovenos, en general, encontraron la vía más dura: WI5+ y M6+. En total, 16 horas de escalada hasta la cima. Un pequeño vivac debajo de la cima (la oscuridad intimidaba) y 6 horas después, tras descender por la arista suroeste, estaban en la base de la montaña.