Desde el mediodía de ayer están abiertos al tráfico los seis kilómetros del tramó alavés de la autopista AP-1, que unen las localidades de Luku y Etxabarri Dibina. Las autoridades alavesas han decidido poner en funcionamiento este tramo para evitar su deterioro, a pesar de que la práctica totalidad de la extensión de esta autopista hasta Maltzaga, ya en suelo guipuzcoano, no se pondrá en marcha antes de finales de este año, según los responsables de la Diputación de Gipuzkoa, incluso hasta la primavera del próximo año, en versión de los de la Diputación de Araba.

Hace unos meses la Diputación alavesa estimó que esta obra tendría un incremento de gastos con respecto al presupuesto inicial de 25,6 millones de euros. Pero en estos momentos están cerrando la liquidación final de la obra y, según reconoció ayer el diputado de Obras Públicas, Luis Zarrabeitia, «incluso habrá un importante incremento sobre los gastos que ahora estamos barajando».