Primarias en EEUU
Hillary Clinton se muestra dispuesta a ser la «número dos» de Obama
Las últimas primarias demócratas, Montana y Dakota del Sur, han tenido lugar esta madrugada. Todo apuntaba a que Barack Obama iba a ser el ganador. Aunque no haya conseguido el número de delegados necesarios para la nominación, los superdelegados podrían darle el apoyo que precisa en las próximas horas. Incluso su rival, Hillary Clinton, se mostró anoche dispuesta a ir de vicepresidenta.
GARA | WASHINGTON
Todo apunta a que, si se cumplen los pronósticos, tras las primarias demócratas de Montana y Dakota del Sur, Barack Obama tendría la nominación demócrata en la palma de la mano. Consciente de esta situación, la senadora Hillary Clinton se mostró dispuesta a ir de vicepresidenta de su rival si ello ayudase a unir al partido.
Según informaron anoche fuentes del Congreso, Clinton hizo estas afirmaciones durante una teleconferencia con legisladores por Nueva York. Las declaraciones se produjeron mientras Obama recibía el apoyo de cada vez más superdelegados, entre ellos el ex presidente Jimmy Carter, según confirmó su oficina.
Obama era el favorito en los dos estados, donde los colegios electorales cerraron a las tres de la madrugada, hora de Euskal Herria, en Dakota del Sur, y a las cuatro en Montana.
Las primarias de Montana están abiertas a todos los electorales, al margen de su filiación política, mientras que las de Dakota del Sur únicamente permiten participar a quienes previamente se hayan registrado como demócratas.
En Montana se elegirán 16 delegados, mientras que a Dakota del Sur le corresponden quince.
Comunidades aborígenes
Dakota del Sur es un pequeño estado -en términos de población-, que se ha decantado por los republicanos en las elecciones desde 1964. Junto a ello, se caracteriza por albergar a la mayoría de las tribus lakota (sioux), la más importante de las comunidades aborígenes.
Los lakota suponen el 8% de los 750.000 habitantes de Dakota del Sur y, en esta ocasión, han recibido una atención especial por parte de Obama, que realizó un acto electoral especialmente dirigido a esta comunidad.
En Montana, por su parte, a pesar de que el gobernador y sus dos senadores son demócratas, optan mayoritariamente por los republicanos en las elecciones presidenciales.
Según el instituto independiente RealClearPolitics (RCP), a Obama le faltaban el lunes 46 delegados para poder alcanzar la investidura. Sin embargo, el número de delegados en juego en Montana y Dakota del Sur no permitirá al senador de Illinois alcanzar la cifra mágica de 2.118 delegados, ya que, en conjunto, sólo se eligen 31.
Por ello, una vez más, toda la atención se centra en los superdelegados, electos y altos cargos del Partido Demócrata, que en la convención que se celebrará en Denver en agosto no tienen comprometido su voto, por lo que pueden optar libremente por cualquiera de los dos aspirantes. Los delegados elegidos en las primarias, en cambio, acuden con unas órdenes estrictas de voto de las que no se pueden desmarcar. Si han sido elegidos para votar con Obama, tienen que votar obligatoriamente a Obama.
«Caballo ganador»
Los observadores avanzan que tras el previsible triunfo de Obama en Dakota del Sur y Montana, los superdelegados comenzarán a posicionarse al lado del senador de Illinois, ya que apostarán a su favor como caballo ganador.
«Creo que es más que probable que en una o dos semanas el senador Obama tenga votos suficientes para reclamar la nominación», declaró el senador demócrata Carl Levin.
Uno de los más influyentes de los superdelegados demócratas, el número tres de la Cámara de Representantes y cabeza visible de la comunidad negra, James Clyburn, ya se ha puesto al lado de Obama.
«He decidido dar mi voto de superdelegado al senador Barack Obama», declaró Clyburn, defensor de los derechos civiles de los negros, a la televisión MSNBC. Otros 30 superdelegados también estarían dispuestos a dar este paso.
Obama tiene previsto dirigirse a sus simpatizantes en Saint Paul (Minnesota), la misma ciudad en la que los candidatos y seguidores republicanos celebrarán su convención el próximo mes de setiembre.
El ex presidente de EEUU Bill Clinton dijo el lunes que «este podría ser el último día de la campaña» de su esposa, Hillary, lo que pareció alimentar las especulaciones de que iba abandonar la carrera.
«Este puede ser el último día en el que estoy involucrado en una campaña de este tipo», señaló el ex presidente en un acto electoral en Dakota del Sur.
«Creí que estaba fuera de la política hasta que Hillary decidió competir», añadió Bill Clinton, quien aseguró que ha sido uno de los mayores honores de su vida hacer campaña a favor de su esposa.
Esas declaraciones no han sido pasadas por alto, sobre todo por venir de un político famoso por no darse nunca por vencido.
Tal vez arrepentido por sus palabras, Bill Clinton arremetió ayer contra los medios de comunicación, a quienes acusó de difundir una imagen derrotista de Hillary frente a Obama en vísperas de las dos últimas primarias. «Estamos ante la cobertura mediática más parcial de la Historia. Es otra manera de ayudar a Obama», señaló el ex presidente en la web Huffington Post.
Entre los síntomas de que Hillary Clinton podría estar en sus últimas horas, se encuentra una información de la televisión ABC, que hizo público en su página web, que el equipo de campaña de la ex primera dama de Estados Unidos ha enviado un memorándum al personal de avanzadilla -el que prepara el terreno para cuando llega el candidato- para decirles que no hay ningún acto programado después de hoy, cuando la senadora de Nueva York pronunciará un discurso ante un lobby sionista.