Baskonia txapeldun
Zurbano entierra sus fantasmas con la segunda liga y se da un homenaje
El pabellón de Zurbano explotó ayer con la celebración que tanto tiempo llevaba esperando. Tras haber sido escenario de tantas decepciones, plantilla y afición se conjugaron para enterrar los viejos fantasmas y esa perfecta simbiosis sirvió para brindarse un cálido homenaje.
TAU BASKONIA 76
AXA BARCELONA 61
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Quién lo iba a decir hace poco más de un mes, pero el Baskonia más irregular en muchos años alcanzó ayer su segunda Liga ACB -el trofeo de la regularidad- tras haber pasado por encima de un Barcelona que no ha sido capaz de superar a los de Neven Spahija en un sólo cuarto de toda la serie final.
Como no podía ser de otra forma, la fiesta fue monumental en el coliseo gasteiztarra y las ojeras de más de un seguidor azulgrana cuando estas páginas vean la luz serán de aupa, pero la ocasión lo merece, pues no siempre se puede cerrar una final por la vía rápida y con tanta superioridad como la mostrada por los alaveses.
Además, el trofeo alzado al cielo por el capitán Sergi Vidal tuvo una emotividad especial, ya que el margen de para cicatrizar viejas heridas, sirve para cerrar por todo lo alto una temporada especialmente convulsa en lo extradeportivo, hasta el punto de que ni siquiera con el título bajo el brazo alguien se atreve a apostar nada por la continuidad de un entrenador que, pese a todos los pesares, ha sido capaz de presentar al equipo en el punto óptimo de juego en el momento decisivo.
Con todo preparado para la gran fiesta, el pabellón -lleno absoluto y recibiendo al equipo en pie- se puso el traje de las grandes citas, el de esas que no se recordaban desde hace mucho tiempo -ni siquiera en la final de Copa ni el día en que se jugó la Final Four ante Partizan de Belgrado- y puso el primer cimiento del título con una presión asfixiante con poco que envidiar a otros coliséos míticos europeos.
La presión de las gradas se trasladó de inmediato a la cancha, donde a ambos equipos les pesaba cada ataque. En este sentido, fue el equipo catalán el que más lo acusó, con unos porcentajes ínfimos (4/17 en el primer cuarto en tiros de campo) que permitieron a los gasteiztarras alcanzar una renta de nueve puntos con relativa facilidad.
Xavi Pascual buscó nuevas fórmulas, como sacar de inicio a Kasun con Splitter y a Ilyasova sobre Mickeal, pero aunque lograron cerrar su pintura, les faltó mano en ataque. No obstante, un triple sobre la bocina de Marconato les puso a seis al término del primer cuarto 15-9.
Incapaz de meter en dinámica ofensiva a Splitter, sobre el que se multiplicaban las ayudas, y contagiado por el ritmo lento del Barcelona, el Baskonia tampoco pudo dar un estirón definitivo en el marcador. De esta manera, mediado el segundo cuarto, el equipo catalán consiguió igualar el partido a 26 con un triple de Basile al lograr combinar buenos minutos en ataque de Vázquez -con seis puntos consecutivos- y una defensa en zona contra la que le costó atacar con Planinic en cancha y sin Teletovic para poder jugar por fuera. La vuelta del bosnio a la cancha con un triple y una canasta tras rebote ofensivo de McDonald les dio una renta de cinco puntos al descanso.
Un final para gozar
El acierto de Teletovic desde 6,25 volvió a ser el antídoto a la zona en la reanudación. Fue lo que le permitió alcanzar otro pequeño colchón, que Sánchez trató de minimizar pero que dos chispazos de Mickeal y Rakocevic volvieron a ampliar para dar la mayor ventaja hasta entonces (50-39) en el minuto 36. La vuelta a la zona en cuanto Rakocevic y Teletovic descansaron no sirvió de mucho al Barça, que afrontó el último cuarto con una desventaja de 10 puntos .
Dos contraataques tras robo de Planinic y McDonald terminaron con la resistencia culé y Zurbano tuvo tiempo para festejar el triunfo e incluso recrearse con el espectáculo de su black power que, con todo a favor, se gustaron como nunca.
La alegría, la rabia y la tensión contenidas durante largo tiempo saltaron por los aires cuando el reloj llegó a cero y así, por fin, Tau Baskonia alzaba su segundo título liguero. Todas las dificultades de una tortuosa temporada quedaron a la vista en las declaraciones.
Neven Spahija llegaba a la sala de prensa después de haber sido manteado por sus jugadores ante su público, y entre aplausos se felicitó por la hazaña lograda.
«Quiero felicitar a mis jugadores, a mi club, mi afición, incluso a los periodistas, que os veo muy felices, porque merecéis esto. El equipo con paciencia, con actitud y cabeza dura siempre ha buscado una dimensión ganadora, pese a sufrir mucho, ha sabido lo que quería hacer. Vamos a disfrutar porque ganar la Liga ACB es algo increíble. No tengo palabras para explicarlo», dijo el técnico de Sibenik.
Pero ayer el protagonismo era de mucha gente, y entre ellos, el primero no podía ser otro que Josean Kerejeta, presidente de Saski Baskonia SAD. El de Lazkao no cabía en sí de alegría.
«Esta ha sido nuestra mejor temporada junto con la del doblete y, la verdad, no me esperaba poder ganar la final con 0-3. Este ha sido un éxito de todos y, después de perder tantas finales, estamos contentos por haber conseguido al fin una. Es una temporada histórica y debemos estar satisfechos de ello.»
«La cuestión, empero, no es sólo ganar un título sino que el club siempre se mantiene a alto nivel», remachó un Kerejeta exultante.
Otro de los protagonistas, Pablo Prigioni, recalcaba el «refuerzo de la mentalidad» del Tau Baskonia a la hora de acometer la fase más decisiva de la Liga ACB, especialmente en la final ante el Barcelona.
«Tanto en la Copa como en la Final Four nos dimos cuenta de que podíamos hacer algo grande, a pesar de perder. Por eso, creo que la clave estuvo en que el equipo se puso muy fuerte mentalmente y pudo alcanzar su mejor juego y jugamos a nuestro máximo nivel».
«En mis cuatro años anteriores, el partido decisivo siempre lo habíamos perdido en Zurbano y por eso pedía que, por favor. no perdiéramos en casa. Por fortuna lo conseguimos. La afición vio nuestro estado de forma y nuestras ganas de ganar y, al final, como les transmitimos mucha energía, ellos se volcaron», finalizó el base porteño.
