«Filadelfia, la ciudad donde nací (Kaplan reside ahora en Los Ángeles, era el cuartel general de Aerosmith, pero el primer concierto al que asistí fue de los Rolling Stones, cuando tenía 13 años. Entonces descubrí la música country y la figura de Gram Parsons a través de Keith Richards, y él ha sido una gran influencia para mí», declara un entusiasta Jonny Kaplan, músico de extensa cultura country-rock como demuestra en «California heart», «Ride free» y «Seasons», sus tres álbumes hasta el momento. Kaplan ha mimetizado la sonoridad del country-rock, del rock de raíz, con tal sentimiento y soltura que poco importa que las referencias sean tan directas. Su intensidad es tan impactante que si «Golden years», de «Seasons», el disco que presenta en la actual gira, parece una réplica del «Wilde horse» de los Burrito o de los Stones, termina por agradecérsele, pues semejante recreación sólo induce al placer. «Llegó un momento en el que quería hacer mis propias canciones y que reflejaran mi universo, aunque el espíritu de Gram Parsons se mantenga para que no me aparte del camino. The Lazy Stars (su banda) no están aquí para recrear un sonido concreto, como el de Byrds o Flying Burrito Brothers, sino para que hagamos esas influencias nuestras, consiguiendo un sonido más alto, más sucio, más rockero», apunta el guitarrista.

A Jonny Kaplan se le puede escuchar este sábado en Kafe Antzokia de Bilbo. En Lazy Stars, por cierto, toca el bajo el getxotarra Jokin Salaberria Urtiaga, un ex Magic Teapot, ganadores del Villa, quien en 2005 decide irse a Madrid, donde conoce a Kaplan y quien se lo lleva con él a California. Jokin también toca en Honeytongue Devils,