Maite Ubiria Periodista
Este país no es el país ni cabe en su reino
Si una fuera como ellos, le reprocharía al maldiciente editorialista su enfermiza obsesión de apuntar a este medio que usted lee como responsable de un acto que a día de hoy no tiene autoría oficial y que, como bien sabe la cabecera madrileña, y hasta el vecino del quinto, cuando la tenga llevará las siglas de una organización que no figura en la guía de comunicación que edita el Ministerio de la Presidencia.
También le podría censurar por marcar camino a expeditivos jueces que en el pasado reciente echaron la persiana a dos diarios y a una radio en Euskal Herria. Y, navegando por su mismo argumentario, hasta afearle la conducta por su anhelo indisimulado -tan poco elegante para un paladín de la libertad de expresión-, de que alguien haga por fin enmudecer a esta voz, y con ella a cuantas piensan que este país nuestro, con toda su riqueza de matices, no tiene encaje posible en su angosto reino.
El sheriff Rubalcaba dice que de respetar el derecho de autodeterminación nada de nada y que de derecho a decidir tampoco. Pues eso, que lancen los de su país los reproches hacia despachos más próximos, y que escruten si en ellos se rinde culto a la libertad de expresión, por cierto, un derecho fundamental que no podemos ni monopolizar ni tomar como cautivo los periodistas, y menos aún los propietarios de los medios de comunicación, tantas veces dueños a su vez de intereses más bien inconfesables.
La libertad de expresión es patrimonio de la ciudadanía y, además, engloba situaciones y se complementa con derechos que van más allá de la labor del periodista, como el derecho de asociación política, de manifestación, de libertad de sufragio... que están seriamente limitados en Euskal Herria.
La amenaza, también ésa de la que no hablan, pace lejos de esta casa, se proyecta desde su país y se expresa, sin límites y sin mordazas, mediante periódicas, previsibles y anunciadas «bombas informativas» adornadas de autos imposibles de encajar en Derecho. ¿A que pronto tenemos noticias de esa forma tan poco homologable de entender la democracia?