Txomin Ziluaga Arrate Profesor de Ciencia Política de la UNED
Euskal Herria, sujeto de derecho
Decimos sí a nuestro derecho a decidir, decimos sí a nuestro derecho a convivir con las demás personas y pueblos del mundo, y tenemos todo el derecho a decir no a los aparatos represivos y opresores del Estado español, del Estado francés
En una de sus últimas entrevistas públicas, en mayo de 2008, el Teniente General Andrés Casinello, quien fuera Director de los Servicios Secretos del Gobierno español y del Servicio de Información de la Guardia Civil, imputado y exculpado en el caso GAL, preguntado por el éxito de los GAL, responde: ...No quiero hablar de ese tema. No se lo dije a Garzón, estaría feo hablar ahora».
Primera reflexión. ¿Habrán leído esto Garzón, el rey de España o quien impidió que se tratase el tema GAL en el Parlamento, el ministro de Interior Pérez Rubalcaba? Es pensable que sí. ¿Nueva investigación del Estado de Derecho? Pensable que no. ¿Por su falta de investigaciones podrían ser encausados como posibles encubridores del GAL? Pensemos un poco.
Dice Casinello: «Toda la vida se ha hablado con ETA, unos y otros, porque me parecería absurdo que no se hiciera. Es una obligación. La paz hay que buscarla siempre».
Segunda reflexión. Si habla con ETA un español, del poder, ello parece lógico y hasta necesario. Si lo hace un vasco será detenido, investigado, incomunicado y/o torturado -según Amnistía Internacional-, juzgado y condenado simplemente por haber querido hablar y/o intercambiar ideas y problemas con una organización socio-política de su propio pueblo. Investigaciones a miles.
Según Casinello, «la Guardia Civil es una parte del Ejército alquilada al Ministerio de Interior». Alquilada para qué. Alquiler de Patrol, armas, pagas y primas mensuales, controles, cuarteles, capas, tricornios y botas frente a la población civil, civil y vasca, desde la Sakana a todo el sur de Euskal Herria. Luego el Gobierno español dice que el Relator de Naciones Unidas está también contra el Estado español.
En el País Vasco, en democracia, se podría plantear un referéndum popular sobre la Guardia Civil, sobre su violencia o sobre su alquilada dependencia de Garzón, de la Audiencia Nacional o del Ministerio de Interior. El triunfo del «Que se vayan» sería atronador. Sería de Derecho. Los dirigentes actuales del PSOE y PP sienten el imán del gran estado-nación de la vieja y retrógada España imperial y miran hacia atrás. Para ellos su estado es como un todo. No quieren cooperar con la actual evolución de la Unión Europea. El histórico conflicto político del pueblo vasco con el Estado español tratan de negarlo y/o neutralizarlo. El GAL judicial a tope. Control y manipulaciones de los medios de comunicación. Al Parlamento catalán, cepillazo. Negocios y corrupción «controlada» con dirigentes políticos y ejecutivos.
Hacia dónde va el PSOE en la presente legislatura cada vez está más claro. A la España de notables y monarquías, de militares y fuerzas represivas, de banqueros, multinacionales y latifundistas. El actor Pepe Rubianes decía «que se vaya a la mierda la puta España», al parecer refiriéndose a esa España del pasado-presente.
El pueblo vasco dijo en referéndum no a la OTAN. Y decía que no a los tanques alemanes Leopard. No a los aviones de combate yanquis y franceses. No a la Guardia Civil y policías represivas. No a los submarinos y portahelicópteros de combate. No al ejército encargado -entre sus funciones ficticias- de la defensa de las costas españolas de enemigos inexistentes y no a sus miles de millones de presupuesto. Y el pueblo vasco obró en conciencia y en Derecho. Fue y es un no al Ministerio de Interior español y a la corrupción del Estado, no sólo de sus fondos reservados, sino de sus jueces y medios de comunicación corruptos.
Decimos sí a nuestro derecho a decidir, decimos sí a nuestro derecho a convivir con las demás personas y pueblos del mundo, y tenemos todo el derecho a decir no a los aparatos represivos y opresores del Estado español, del Estado francés. Y, como decíamos en anteriores artículos, por sus manifestaciones, el lehendakari Ibarretxe defiende el derecho democrático del pueblo vasco a decidir sobre sí mismo, plasmado ya en su segunda pregunta. De igual manera el presidente español Zapatero defiende los aparatos del Estado recurriendo al no y al Tribunal Constitucional. La elección democrática es cada vez más clara y ojalá abra un mejor futuro para todos.