Asier VELEZ DE MENDIZABAL

Desde que en el año 2004 el Gobierno de Nafarroa e Instituciones Penitenciarias eligieran la colina de Soltxate-Santa Lucía entre otras ocho alternativas como emplazamiento para construir la nueva cárcel de Iruñea, el proyecto ha contado con la oposición de los vecinos del cercano barrio de Sanduzelai. Dentro del término muncipal de la ciudad, esta colina, con una altura de 476 metros, limita con el polígono de Agustinos, Berriozar y los barrios de Buztintxuri y Sanduzelai, y está catalogada como Reserva Paisajística, Patrimonio Arqueológico y Zona Forestal. Por ello, durante estos cuatro años los vecinos han denunciado en numerosas ocasiones el impacto medioambiental y paisajístico que este proyecto tendría en el paraje, y han presentado diversas quejas y peticiones ante Instituciones Penitenciarias, el Gobierno de Nafarroa y el Pleno del Consistorio iruindarra, aunque por el momento no han obtenido resultado.

«Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una superficie de 1.000.000 m2, superior a si sumaramos los parques de la Taconera, la Vuelta del Castillo, Ciudadela o Yamaguchi, por lo que de llevarse a cabo el proyecto se estaría destruyendo el mayor parque urbano de la ciudad», apunta el portavoz vecinal, Julen Mendiguren.

Un estudio «mal hecho»

De todos modos, los vecinos no piden que no se construya una nueva prisión, sino que se cambie de emplazamiento. Y es que la necesidad de crear un nuevo centro penitenciario en Nafarroa es algo que no ponen en tela de juicio. Construida en 1903 en el barrio de Donibane de la capital navarra, la actual cárcel alberga a 263 presos, que día tras día se ven abocados a padecer sus nefastas condiciones y la sobresaturación. De hecho, numerosos colectivos han alertado de que ésta es una de las prisiones más saturadas y masificadas del Estado.

Así, el nuevo proyecto pretende crear una macrocárcel con una superficie 25 veces mayor que la actual, que ocuparía 26 hectáreas y contaría con 628 celdas y un centro de inserción de 100 plazas. Además, distribuida en diversos bloques de cuatro alturas, gran parte de esta colina de 1.000.000 de metros cuadrados que actualmente se dedica a cultivos de secano quedaría ocupada por muros, edificios y patios de hormigón, algo que a juicio de los vecinos es «una barbaridad paisajística y medioambiental».

Los vecinos cuestionan la idoneidad del emplazamiento, que fue elegido por Instituciones Penitenciarias a instancias de un estudio elaborado por técnicos del Gobierno navarro. Denuncian que según las Normas Urbanísticas Comarcales, el lugar está considerado como «zona no urbanizable» y recuerdan que el Plan Municipal de Iruñea lo declara «Reserva Forestal Natural objeto de protección».

En una petición remitida a la Delegación del Gobierno español en el herrialde, la Asociación de Vecinos de Sanduzelai critica además que el informe elaborado por técnicos del Gobierno de Nafarroa no ha tenido en consideración aspectos relativos a la extensión del paraje, el medioambiente, el nivel de inclinación o la cercanía de núcleos urbanos. Así, denuncian que «no se ha realizado análisis alguno sobre el valor natural, medioambiental, ecológico, paisajístico, forestal o de flora y fauna».

En esa línea, apuntan que «es imposible imaginar cómo ha podido servir a los técnicos de Instituciones Penitenciarias para tomar una decisión», ya que estiman que antes «debe hacerse un estudio de alternativas serio, amplio y completo, con muchas otras localizaciones posibles y teniendo bien presentes los criterios medioambientales».

NaBai también ha llevado el tema al Parlamento a través de una pregunta al Departamento de Medio Ambiente.