El G-8 admite que la especulación acelera la subida de precios
Los ministros de Finanzas de los países más ricos del mundo agrupados en el G-8 reconocieron ayer que la oferta y la demanda, por sí solas, no explican cómo se ha disparado el precio del petróleo y que existen operaciones especulativas. Sin embargo, rechazaron adoptar medidas para intervenir en los mercados y se limitaron a pedir un estudio al FMI.
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El G-8, que agrupa a los ministros de Finanzas de EEUU, Gran Bretaña, Estado francés, Italia, Canadá, Alemania, Japón y Rusia cerró ayer en Osaka (Japón) una reunión de dos días que reconoció la posibilidad de que existan movimientos especulativos detrás de la escalada del precio del petróleo, que se ha duplicado en un año.
Los países más ricos del mundo alertaron de que el incremento del precio de las materias primas amenaza el crecimiento, pero en su comunicado final no pidieron medidas para frenar la especulación sino un aumento de la producción de crudo.
«Tenemos serias preocupaciones sobre el fuerte aumento del precio del petróleo, que ha superado pasados récords en términos nominales y reales, y sobre su impacto en la estabilidad económica global, el bienestar de la gente y los pronósticos de crecimiento», señalaron. Detrás de ese incremento se encuentran «el aumento de la demanda mundial y la escasa oferta, además de elementos como «las preocupaciones geopolíticas y factores financieros» -esto es, movimientos especulativos-.
La vehemente oposición de EEUU hizo un posible un acuerdo para hacer frente a esta especulación e intervenir en los mercados del crudo, aunque sí acordaron encargar al Fondo Monetario Internacional (FMI) un estudio sobre su posible impacto en el alza del crudo.
Italia pide un plan
Sólo el ministro italiano de Finanzas, Giulio Tremonti, fue claro al señalar la especulación como uno de los factores de la escalada del crudo, que recientemente rozó los 140 dólares el barril, y pedir que se le ponga freno. Italia propuso un plan para hacer más caras las apuestas en los precios del petróleo en los mercados de futuros, pero el comunicado no hizo referencias específicas al plan.
«Pedimos a las autoridades nacionales relevantes que examinen el funcionamiento de los mercados de materias primas y que tomen las medidas apropiadas que sean necesarias», se limitaron a señalar los ministros. El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, admitió que ese asunto fue tratado durante la reunión por los ministros y que será tarea de su organismo durante los próximos meses analizar hasta qué punto ello es así.
En su opinión, hay razones «de economía real» detrás de esos fuertes incrementos de los precios de las materias primas, sobre todo el desequilibrio entre la oferta y la demanda, si bien admitió que ello «no es suficiente para explicar» un aumento tan fuerte.
Por otra parte, los participantes en la reunión constataron que la economía mundial avanza a ritmo lento, si bien señalaron que la desaceleración no ha sido tan grave como se temía y, como es habitual, lanzaron un mensaje de confianza en el futuro.
En este sentido, Andrej Bajuk, ministro esloveno de Finanzas, destacó que la economía de la UE, cuya presidencia de turno desempeña su país, se ha comportado «relativamente bien», mientras Strauss-Kahn resaltaba que los datos macroeconómicos del primer trimestre han sido en EEUU, Europa y Japón mejor de lo esperado.
Los ministros de Economía del G-8 apoyaron el lanzamiento de los nuevos Fondos de Inversión Climática, que serán aprobados por la junta de directores del Banco Mundial el próximo mes. Los ministros pidieron «una acción urgente y conjunta para ayudar a que los países más pobres reorienten su política energética para reducir el uso de combustibles fósiles, mediante una «inversión sustancial», necesaria para «acceder a energía limpia y evitar la deforestación». Los ministros opinaron que el sector privado debería emerger como principal fuente de financiación, a través de políticas que «concedan incentivos a los accionistas que apoyen el uso de las tecnologías menos contaminantes que existen en la actualidad», junto con los recursos públicos «imprescindibles para contribuir a los países en desarrollo a que canalicen la inversión necesaria».GARA
El documento del G-8 advirtió del impacto del incremento del precio del petróleo y las materias primas sobre la estabilidad económica global, el bienestar social de la gente y los pronósticos de crecimiento.
Según los países ricos, la economía mundial avanza a ritmo lento, pero sostienen que la desaceleración «no ha sido tan grave como se temía» y que los datos de EEUU, Europa y Japón son «mejores de lo esperado».