Brown respalda a Bush con más tropas en Afganistán y sanciones contra Irán
George W. Bush no volverá de vacío de su gira por Europa al haber conseguido el espaldarazo del primer ministro británico, Gordon Brown, a sus estrategias respecto a Afganistán, Irán e Irak. Brown anunció el envío de más tropas a Afganistán y la adopción de sanciones contra Irán, a las que espera se sume la UE, además de mostrar total sintonía con Bush al rechazar «plazos artificiales» para la retirada de Irak.
GARA |
El presidente de EEUU, George W. Bush regresa hoy a Washington tras una gira por Europa en la que lo más sustancioso quedó para el final. Durante su encuentro con el primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, en Londres, el premier británico anunció el envío de tropas extra a Afganistán y la adopción de nuevas sanciones contra Irán, dando así un espaldarazo al inquilino de la Casa Blanca.
Bush se marchó así de Londres con dos victorias bajo el brazo tras una gira de despedida de ocho días por Eslovenia, Alemania, Italia, Estado francés, Gran Bretaña y norte de Irlanda que, en caso contrario, hubiera estado dominada por elogios generales al buen estado de las relaciones y no por compromisos concretos.
La gira de Bush tenía como objetivo pedir a los socios europeos apoyo a nuevas sanciones contra el régimen iraní y un aumento de sus contribuciones económicas y militares para la «estabilización» de Afganistán. Pero hasta llegar a Londres, no había logrado medidas más allá de meras declaraciones.
Tras la reunión que mantuvieron ayer por espacio de dos horas, Gordon Brown anunció el envío de más tropas a Afganistán hasta situarlas en el «nivel más alto», y recalcó que en ningún caso será a costa de Irak.
Por la tarde, su ministro de Defensa, Des Browne, explicó ante la Cámara de los Comunes que los militares desplegados pasarán de los 7.800 actuales a 8.030 para la primavera de 2009, casi todos ellos en la sureña provincia de Helmand, tras un reajuste de los contingentes debido al cambio de la «situación táctica», que llevará a la retirada de 400 puestos y a la creación de 630 nuevos.
Según dijo Browne, los nuevos refuerzos contribuirán a «mejorar la protección» de las tropas británicas desplegadas en territorio afgano, así como a «incrementar la capacidad» para entrenar a los servicios de segu- ridad afganos y para asistir en misiones de reconstrucción y desarrollo.
Añadió que la decisión no significa que «nuestra misión se esté ampliando», sino que se están adoptando los pasos necesarios para «llevar a cabo nuestra misión de la forma más efectiva que podemos». Hasta la fecha en Afganistán han fallecido 102 soldados británicos.
«No tenemos otra opción»
Durante la rueda de prensa ofrecida por la mañana, Gordon Brown anunció también nuevas sanciones contra Irán. Declaró que ante el rechazo de Teherán a cancelar su programa de enriquecimiento de uranio «no tenemos otra opción más que intensificar las sanciones».
Al respecto, indicó que desde ayer mismo Londres tenía previsto adoptar sanciones en el sector petrolero y energético y, además, señaló que congelará los activos en el exterior de la principal entidad financiera iraní, el banco Mello.
Gran Bretaña «pedirá a la Unión Europea y la Unión Europea accederá» a tomar medidas similares, aseguró Brown.
George W. Bush agradeció el anuncio británico y afirmó que «el mundo libre debe trabajar unido para impedir que los iraníes puedan desarrollar» armamento nuclear.
En otra muestra de sintonía con el presidente estadounidense, Gordon Brown rechazó una salida de las tropas de su país de Irak al afirmar que «aún queda trabajo por hacer».
El premier británico sostuvo que la retirada se producirá una vez que se hayan logrado los objetivos y no estableciendo «calendarios artificiales», la misma estrategia que Bush reitera con regularidad.
Bush señaló que la primera elección respecto a Irán es la búsqueda de una solución diplomática, aunque insistió en que «los iraníes deben comprender, sin embargo, todas las opciones están sobre la mesa», incluida el uso de la fuerza.
Al menos cuatro personas murieron ayer y tres resultaron heridas por la explosión de una bomba ante una mezquita en el noroeste paquistaní, informó una fuente policial. El ataque tuvo lugar en Roshan Chiragh, en la Provincia de la Frontera del Noroeste, cuando los fieles abandonaban la mezquita.
George W. Bush, aprovechó la última etapa de su gira para visitar el Belfast, donde afirmó que el éxito del proceso de paz ha convertido al norte de Irlanda en un ejemplo para países inmersos en conflictos, a la vez que en un destino atractivo para los inversores extranjeros.
Bush se reunió con las autoridades, a quienes les transmitió que el norte de Irlanda es «una historia con final feliz. Todavía queda trabajo por hacer, pero los progresos alcanzados hubiesen sido inimaginables hace diez años». Bush felicitó a los líderes políticos por sus esfuerzos para reconciliar a una población muy dividida por más de tres décadas de conflicto. Al respecto, el ministro principal, Peter Robinson, agradeció la labor mediadora desempeñada por la Administración estadounidense durante las muchas conversaciones de paz que han marcado el largo proceso norirlandés.
Su presencia suscitó protestas de colectivos opuestos a la política exterior de EEUU. Pese a las medidas de seguridad, se realizaron concentraciones, convocadas por el Movimiento Antibélico, sindicatos, Sinn Féin y Partido Socialista, ante el Ayuntamiento de Belfast y el Palacio de Stormont.
