Es necesario e importante que los inmigrantes hablemos en primera persona, que seamos los protagonistas de nuestras reivindicaciones, que tomemos la iniciativa para denunciar la conculcación de nuestros derechos, que no nos dejemos engañar por aquellos políticos que presumen de ética y moral en las instituciones.

Los políticos han tenido la oportunidad de pronunciarse ante el Parlamento acerca de la «Directiva de Retorno», mejor conocida como la «Directiva de la Vergüenza» y esto nos da una buena oportunidad a los inmigrantes de saber realmente, quién nos apoya o quién nos sentencia, quiénes son los que nos criminalizan y quiénes dejan en total desamparo a millones de inmigrantes que quedan sujetos a estas leyes racistas, excluyentes, discriminadoras y totalmente injustas.

Hoy queda manifiesta y clara la expresión de representantes políticos, españoles, franceses y vascos ante el Parlamento, votando a favor de esta absurda Directiva, y a partir de hoy, los inmigrantes podemos comprobar y reafirmar la enorme hipocresía de nuestros políticos cuando nos hablan de derechos humanos. Podemos comprobar con nombres y apellidos, saber claramente qué partidos políticos han apoyado esta Directiva y por tanto, ¿qué explicación nos darán ahora, con qué mentiras éticas se van a explicar o nos intentarán convencer de que no hay racismo en la Unión Europea, de que no hay leyes injustas en el trato hacia los inmigrantes?

Hace poco vi en el telediario la enorme y pesada máquina que viajaba rumbo al Golfo de México para saquear nuestro petróleo, ¿quién la construye y paga? ¿quiénes se repartirán nuestro petróleo? No me queda claro, como tampoco me queda claro por cuánto tiempo vamos a soportar saqueos, invasiones y guerras.

Hay también noticias de huelgas y manifestaciones en diferentes sectores: sanidad, transporte y pesca los más recientes. El alto índice de paro, bajos y desproporcionados salarios en comparación con el alza de precios de productos de primera necesidad, una caduca ley de derechos laborales son la proyección de la mala administración y las malas gestiones políticas que nos llevan a un desorden y caos social. A la vez, estas manifestaciones de protesta son la esperanza de que los ciudadanos reaccionan, reivindican y se coordinan en su lucha social y política.

Es también esperanzador ver que los inmigrantes comenzamos a protestar y a pronunciarnos en contra de sus absurdas e injustas leyes de inmigración y sus nada éticas medidas carcelarias y militares hacia nosotros.

Los inmigrantes estamos aquí huyendo de las guerras y la miseria que ustedes, políticos europeos, han provocado en nuestros países. Nos negamos a ser los esclavos del siglo XXI, no somos delincuentes ni criminales, sino personas con derechos, por lo que pedimos corrijan y rectifiquen su «Directiva de la Vergüenza» y paren de inmediato los saqueos y guerras que nos obligan a emigrar en pésimas e injustas condiciones impuestas en y por una supuesta Unión Europea.