Dicen quienes le conocen que con Carlos Pouso tampoco nos vamos a aburrir. Pero los periodistas eibarreses tenemos claro que echaremos de menos a Javier Mandiola, siempre con alguna perla preparada para nosotros. Anécdotas al margen, será buena señal que sólo nos pase con sus ruedas de prensa, aunque sobre el campo tampoco será fácil superar, e incluso igualar, el trabajo de Manix. En sólo dos temporadas, y con todas las dificultades que entraña dirigir al equipo de casa, el eibarrés ha encabezado el regreso a Segunda y la permanencia, tan o más complicado que lo primero. Se va a tiempo, antes de que los malos resultados, que siempre acaban llegando, le cierren unas puertas que ahora quedan abiertas para cuando quiera regresar. Sólo queda darle las gracias, dar la bienvenida a Carlos Pouso y desear buena suerte a los dos.