Junta de accionistas de la Real Sociedad SAD
Badiola impide la votación de la remoción tras perder con amplitud
El Consejo presidido por Iñaki Badiola impidió que saliera adelante la petición de una accionista de su remoción tras perder todas las votaciones en la Junta Extraordinaria celebrada ayer en el estadio de Anoeta por amplia mayoría de un 57% sobre un 34%. El portavoz del Consejo, Luis María Antoñana, dijo que la Junta ya había terminado para impedir un cambio en la dirección que podía darse por seguro en una cita que dejó clara la fractura social en la Real.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
El estadio de Anoeta fue el escenario ayer de una Junta de Accionistas en la que quedó clara la fractura social en la masa social de la Real Sociedad y que Iñaki Badiola no cuenta con la confianza de la mayoría accionarial, que votó en contra suya en todas las votaciones, razón por la que impidió que una accionista pudiera tomar la palabra para, ejerciendo su derecho, solicitar la remoción del Consejo de Administración.
Era evidente que tras ese resultado alguna persona iba a solicitar esa medida y por eso el Consejo decidió tras leer el resultado de la votación cortar el sonido a los accionistas y dar por terminada la Junta a pesar de que desde el momento en que acabó de decir la votación y antes de que terminara la Junta una accionista hacía gestos ostensibles para pedir la palabra. A pesar de que le cortaron el sonido a viva voz fue capaz de dejar oír perfectamente que solicitaba la remoción. La accionista intentó después ponerse en contacto con la notario de la Junta para que constara en acta.
No quiso escucharlo así el portavoz del Consejo, Luis María Antoñana, que dijo que ya estaba terminada la Junta y señaló que «no he tenido ni la oportunidad de entender lo que decía porque después de dar por finalizada la Junta me dicen que ha intentado dirigirse a nosotros. Preguntaba a la notario y me ha dicho que nada. Desconozco lo que ha dicho. Pero los ruegos y preguntas habían terminado, la Junta estaba terminada. Si se hubiera oído, no habría habido inconvenientes en votarlo, pero no sé si ha producido». Aunque sí admitía que «si se llega a presentar seríamos ex equipo».
Atribuyó el resultado de las votaciones a las «posiciones de los afectados o posibles afectados por la due diligence que no van a eludir ser afectados pase lo que pase». Entendía que una sociedad ingobernable es causa de desaparición y señaló que «seguiremos con la misma firmeza y fuerza. Esto no acaba aquí y si ha habido responsabilidades habrá que depurarlas».
Justificó la derrota de Badiola en «la escasa presencia de sólo un 40%» y a las delegaciones de votos. Nosotros no hemos buscado delegaciones porque preferimos acudir a una Junta con razones y no con delegaciones».
Ley Concursal
Al margen del resultado de la votación y de los datos de la due diligence, y a pesar de que Antoñana negara que el Consejo contemplara la Ley Concursal, lo más destacado del discurso de Badiola fue cuando dijo que «las pérdidas que ha sufrido la sociedad han dejado el capital social por debajo de cero con un desequilibrio patrimonial importante. La solución a la situación de crisis económica de la sociedad viene a través de varias vías de una renegociación con éxito de la deuda con los grandes acreedores, que se vienen desarrollando desde hace semanas. También se puede solucionar a través de la obtención externa de recursos de los accionistas o con una ampliación de capital».
Admitía claramente que «si no, es obligación legal acceder al concurso de acreedores voluntario. Si no nos ponemos de acuerdo con Kutxa y con la Diputación habrá que ir a la Ley Concursal, porque lo que hemos heredado no es lo que nos dijeron que íbamos a encontrar».
Junta esperpéntica
La Junta fue esperpéntica, repleta de engaños y mentiras. El más significativo, porque es el más importante en estos momentos para la Real, es que dijo que esperaba un ingreso de la Diputación para afrontar el pago de los jugadores cuando la partida es de 1,8 millones y el pago a los jugadores supera en mucho los cuatro. Y el resultado de la Junta no le da ninguna fuerza ante las instituciones.
Dijo ayer que además de los 2.200.000 euros de enero ha metido otra cantidad similar recientemente, otra mentira y si no que presente públicamente el ingreso realizado a las cuentas de la Real y que «no ha salido a la luz pública porque el que filtra las informaciones, que tiene pie y medio fuera del club, ya no tiene acceso a las informaciones». Hizo un rocambolesco repaso de los pagos para intentar justificar que con su dinero se pagó parte de las fichas de los jugadores y la due diligence, cuando no llegó a los gastos motivados por los fichajes.
Dijo que estaba obligado a poner interés al préstamo y que «es un dinero que difícilmente va a ser recuperable». Responsabilizó a la Alcaldía de que no hayan llegado ingresos por el cambio del nombre del estadio cuando es obvio que no ha presentado ninguna oferta de patrocinio. Pero lo triste es que hay un sector de la afición que prefiere creer la mentira a la verdad y que hay una división muy grande que coloca al club en una situación muy preocupante que mañana trataremos de analizar con datos y una interpretación de todo lo que se dijo ayer en una Junta kafkiana.
La supuesta existencia de una doble contabilidad, con pagos sin facturar y sin justificar, centró la ensalada de números en la que consistieron las conclusiones de la due diligence ofrecidas ayer por Iñaki Badiola, que cifró en 7.250.000 euros «los pagos efectuados de naturaleza desconocida sin facturas ni soporte documental». La cifra de seis ejercicios asustó a algunos accionistas, aunque es ridícula para el volumen de dinero negro que mueven los clubes de fútbol cada año.
Calificó como aspecto más grave que «se creó una sociedad como forma de pago a un jugador de una cantidad de 1,65 millones de euros comprando acciones de esa sociedad. Son posibles ilegalidades porque no se pagan impuestos, retenciones, ni se comunica a la Hacienda inglesa. Lo comunicamos a la guipuzcoana por ser una ilegalidad y los demás pagamos impuestos y queremos que las cosas sean limpias». Asimismo habló de la existencia de seis contratos blindados en el club con cantidades que iban desde los 68.000 hasta los 159.000 euros. Se le pidió que diera los nombres de las personas que habrían recibido ese dinero o de los que tienen las cláusulas blindadas y respondió que «así lo haremos ante los accionistas, pero al ser retransmitida por dos cadenas de televisión éste no es el momento de darlos porque puede ser ilegal. Se ha iniciado un proceso de verificación por escrito y no se puede hablar por consejo de los abogados».
Añadieron que el informe de due diligence es «confidencial y no se puede compartir porque se trata de evitar que una tercera persona pueda emplear esa información para el inicio de acciones legales y encontrarse con un punto que no es correcto. Esa información sólo puede ser útil para el Consejo y no deben acceder a ellas terceras personas. No obstante hay que tener en cuenta que está próximo el cierre del ejercicio y cuando se haga se formularán unas cuentas que serán auditadas. Si se aprueba la propuesta habrá una Junta Ordinaria donde se aprobarán y los socios contarán con la auditoría y entonces hablaremos. Sólo perseguía destapar irregularidades y será en una Junta Ordinaria donde podrán contar con más información».
Se le preguntó por la opción de ejercer acciones legales contra los supuestos responsables de esos datos y respondió «se estudia eso. Cuando se determine que hay personal o administradores o directivos que sean responsables de esas conductas, la voluntad es iniciar esas acciones». Liberó de responsabilidad a Uranga y admitió la única conclusión clara e importante, que este club ha vivido por encima de sus posibilidades, pero sin decir por qué.
Un 57% de las acciones presentes en el estadio de Anoeta votaron en contra de las dos propuestas más importantes de Badiola, la valoración de sus actividades de gestión y el nombramiento de nuevos auditores, y sólo un 34% lo hizo a favor.
Aunque se cortó el sonido para impedirlo, una accionista solicitó con claridad la remoción del Consejo, pero se cortó el sonido para impedirlo y cuando se hizo escuchar el portavoz Luis María Antoñana dio por terminada la Junta.
Aseguró que la due diligence ha descubierto la existencia de una doble contabilidad y cifró en 7.250.000 euros «los pagos de naturaleza desconocida sin facturas ni soporte documental» y desveló el pagó a un jugador mediante compra de acciones.