Reclamar moderación salarial con sueldos y pensiones de lujo
El director del FMI pide que los salarios, excepto el suyo, de casi medio millón de euros al año y vinculado al IPC, no sigan a la inflación. La opinión es compartida por el presidente del BCE, el ministro español de Economía o el gobernador del Banco de España, también con elevadas retribuciones.
P.R.A.
El FMI, el Banco Central Europeo, el Banco de España y el Gobierno español coinciden en una receta similar para hacer frente a la crisis que se resisten a reconocer: que la paguen los asalariados o, dicho en el lenguaje de los eufemismos de estas instituciones, moderación salarial para evitar efectos inflacionistas «de segunda vuelta». Es decir, si los precios suben, los asalariados deben aguantar sin pedir mayores sueldos. Pero ¿de qué retribuciones disfrutan quienes realizan estas recomendaciones? Una de las últimas intervenciones en este sentido ha sido la del director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, que, tras señalar la inflación como el principal problema al que se enfrenta América Latina recomendó a los gobiernos resistirse a otorgar subidas salariales que cimenten el aumento de precios. «El canal entre el presente y el futuro para la inflación es la cuestión de los efectos de segunda ronda», dijo Strauss-Kahn, quien los resumió en «los incrementos en salarios que siguen estrechamente el aumento de precios».
El FMI estima que la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores es el precio que la sociedad debe pagar para asegurarse de que el ave de la inflación no renazca de sus cenizas. Sin embargo, el salario de Strauss-Kahn, además de estar libre de impuestos, está vinculado a la inflación de la zona de Washington, sede oficial del FMI. Según anunció al tomar el cargo el año pasado, su retribución anual ascendió a 496.280 euros. El FMI también abonará a Strauss-Kahn todos los gastos realizados en viajes o actos oficiales y los gastos en que incurra su cónyuge en sus desplazamientos fuera de Washington como acompañante del director generente en actos oficiales y «en circun- stancias que sean de interés del Fondo».
Pero además, cuando deje el cargo, si cobra la indemnización que recibe actualmente su predecesor, Rodrigo Rato, percibirá una pensión vitalicia de 49.000 dólares al año y otra que puede llegar a los 31.000 en función de los ingresos adicionales que reciba.
Aparentemente, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, sí cumplió sus directrices en 2007 y se aplicó un aumento por debajo de la inflación, concretamente del 2%. Eso sí, el incremento se aplica sobre 338.472 euros anuales, lo que dejó la retribución definitiva en 345.252 euros. Además, el BCE tiene su sede en Alemania, donde el incremento medio del salario de los trabajadores fue en 2007 del 1,4%, el mayor de los últimos años, según la oficina de estadísticas alemana. Los seis miembros del comité ejecutivo del BCE recibieron un total de 1.628 millones de euros -295.920 el vicepresidente y 246.588 cada uno de los consejeros-.
En el Estado español, el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, a la vez que cobra una pensión de casi 3.800 euros mensuales como ex comisario europeo, percibe la retribución como ministro de 7.205 euros al mes. En total, se lleva cada mes más de 11.000 euros. Como indemnización por su cese en el cargo de comisario recibió además 9.500 euros mensuales durante tres años. Como todos los altos cargos del Estado español, cuando deje el cargo seguirá cobrando el 80% de su sueldo de ministro durante dos años, sumados a la pensión como ex funcionario cuando se retire de 2.725 euros. Es decir, cobrará dos pensiones públicas íntegras de forma simultánea, una alternativa de la que está excluido el resto de ciudadanos europeos.
Los beneficios no se moderan
En general, los empresarios también insisten en que los salarios deben moderarse para poder hacer frente a la «desaceleración», bajo la advertencia de que es imprescindible para «crear empleo». Sin embargo, tampoco vieron motivos para su crecimiento durante la época en la que los beneficios crecían imparables. En doce años, entre 1994 y 2006 el capital inmobiliario y financiero se incrementó más del 100% (el crecimiento anual medio fue del 8%). En ese mismo período el poder adquisitivo de los salarios descendió (el salario medio en 2006 era un 2,5% más bajo que en 1994).
Según el Banco de España, en el último trimestre del año pasado, cuando la crisis ya empezaba a ser evidente -en los bolsillos de los ciudadanos ya llevaba tiempo haciéndose notar- las empresas no financieras aumentaron sus beneficios en un 38,1%, lo que supuso el mayor incremento de los últimos tres años. Pero no se trata de un resultado de un ejercicio excepcional, ya que en 2006 el beneficio empresarial creció un 34,8% y en el 2005 un 32,5%.
El Banco de España asegura que «pese a la desaceleración de la actividad de 2007, puede decirse que las empresas no financieras mantienen niveles de rentabilidad aún elevados, así como un diferencial claramente positivo con respecto al coste financiero».
La opacidad cubre la retribución del gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordoñez, quien también cobrará el 80% de su sueldo durante dos años una vez que cese, pero que no se refiere a ese ingreso cuando anima a que se reforme el sistema de pensiones. También pide que no crezcan los salarios, y a que, si lo hacen, sea en función de «la productividad».