Soplan vientos de cambio en el Deportivo Alavés. Con la crisis económica más controlada, pagada la novatada del primer año en el mundo del fútbol profesional y sin las prisas del pasado verano, el nuevo proyecto de Fernando Ortiz de Zarate al frente del equipo gasteiztarra está echando a andar con una profunda renovación en su seno. Al margen de deshacerse de una serie de jugadores cuyo rendimiento no ha sido el esperado, el plantel albiazul necesita aire fresco que le sirva para enterrar de una vez una etapa nefasta y Javi Pérez, un especialista en crear plantillas totalmente nuevas en Eibar con recursos muy limitados, ha sido el elegido para oxigenar al Glorioso.

El poso de los últimos años ha terminado picando a buena parte del plantel albiazul y por ello el Alavés de la temporada 2008-2009 se parecerá en poco a ese al que tanto le costó asegurar la permanencia la campaña anterior. «No se trata de echar la culpa a los jugadores, pero algo no ha funcionado y si no funciona una cosa conviene cambiarla. Hay mucha gente que lo ha pasado mal muchos años en este club e igual está un poco agotada mentalmente también. Creo que es conveniente para algunos salir y tomar aires nuevos», explicó recientemente Fernando Ortiz de Zarate y esa es la tarea a la que se está enfrentando el de Soraluze.

Atados dos elementos solventes como Gaizka Garitano y Edu Albacar y avanzadas las negociaciones con Raúl Llorente y César, al técnico albiazul le toca ahora una de las tareas más complicadas, como es la de encontrar acomodo y negociar con nueve jugadores que no entran en los planes de José María Salmerón. Samuel, Calderón, Pablo Casar, Ángel, Raúl Sánchez, Ian Uranga, Miguel Pérez y Edu Alonso ya saben oficialmente que el club no cuenta con ellos y hay que sumar a Astudillo, cuya ficha es «inasumible» para la entidad gasteiztarra.

La salida se antoja especialmente complicada en casos delicados como los de Edu Alonso, Calderón y Samuel. El lateral bilbaino, con sus 34 años, tiene muy complicado encontrar sitio en otro club y llegar a un acuerdo para rescindir los dos años que le quedan no será sencillo después de que haya perdonado ya bastante dinero al club en diferentes etapas.

Pagar dinero

Tampoco es sencillo el caso de un Iñigo Calderón cuyo compromiso con la institución es de los más intensos y especiales, hasta el punto de que en junio del año pasado tuvo que abonar de su dinero unos ocho millones de pesetas al Alicante para poder jugar en el equipo de su vida. Samuel también tuvo que costearse su libertad del Burgos.

Del resto, Pablo Casar puede ser el que más cartel tenga entre equipos de Segunda, mientras que encontrar alguien interesado en Raúl Sánchez, Miguel Pérez o Ángel no será fácil. De momento, Javi Tarantino es el único que ha encontrado acomodo en el Albacete.

De los que terminaban contrato, el club sólo se ha interesado por Sergio -al que le ha ofrecido dos años- mientras que Gabri, Mena, Ardouin y un Coromina que se plantea dejar el fútbol tras frustrarse la opción del Girona deberán buscarse acomodo.

Aunque se cuenta con ellos deportivamente, Lacen y Aganzo podrían ser buenas opciones para hecer caja.