Decoro
La falta de decoro en el poder judicial español no tiene límites conocidos. Hasta el momento, por supuesto. Se superarán. A los detenidos anteayer cuando se presentaban ante sus tribunales los interceptaron policías de visera azul y boina roja y ayer, después de unas horas injustificables en manos de ellos, el fiscal pidió que los emparedaran. Habrá que suponer que cuando van a congresos internacionales callan lo que hacen con los vascos.
OLASO