GARA > Idatzia > Iritzia > Ikusmira

Olas artificiales y políticas de neón

Euskal Herria cuenta con más de 220 kilómetros de litoral y un centenar largo de playas. Un tesoro natural que en las últimas décadas ha sufrido los fuertes embates no del orgulloso Cantábrico, sino de la desmedida codicia e irresponsabilidad de quienes no han tenido reparo en degradar las costas a cambio de beneficios inconfesables.

Los surfistas saben bien de esta realidad. Padecen el deterioro de nuestras costas, y defienden su recuperación como lo hacen también los arrantzales, no menos alarmados por un futuro incierto. Otra cosa son las instituciones, encargadas por todos de velar no sólo de que se preserve la ola de Mundaka, sino también de evitar la contaminación y los vertidos, de controlar la urbanización desmedida o las explotaciones excesivas. Pero sus responsables, en lugar de volcarse en tales propósitos, prefieren optar por políticas más vistosas, ahora que las elecciones están cerca y sienten temblar el sillón. En ese marco parece ubicarse el anuncio del diputado general vizcaino, José Luis Bilbao, de construir en Leioa una wave house, es decir, una piscina con olas para practicar surf urbano. Nadie duda que la iniciativa tendrá éxito económico, porque los niveles de demanda parecen verosímiles. Pero pone negro sobre blanco cuáles son las prioridades de quienes quieren clonar el Guggenheim en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo