Las bases del convenio sobre el que se sustentará el proyecto sociocultural de la antigua fábrica de armas Astra en Gernika han sido ya aprobadas por la Junta de Gobierno municipal. El trabajo desarrollado en el seno de la comisión que agrupa a representantes municipales y la coordinadora de grupos que participan en Astra desde que el edificio fuera ocupado hace ya cuatro años ha dado sus frutos.

Algunos de quienes han tomado parte activa en la citada coordinadora de grupos no han dudado en subrayar «la importancia del momento. En un edificio histórico de Gernika hemos logrado un acuerdo de desarrollo del mismo como proyecto sociocultural autogestionado». Otros, pese a valorar de forma positiva el camino recorrido, se muestran más cautos al mencionar que «ahora queda quizá lo más difícil: el desarrollo del proyecto, teniendo en cuenta, además, que entran en juego diferentes instituciones».

Grupos de jóvenes que han venido participando también en la actividad de Astra realizaron precisamente el pasado jueves un llamamiento a los representantes municipales para que adopten «las medidas y decisiones» necesarias «cuanto antes», al objeto de dotar de locales a grupos como la radio libre Busti, la escuela de teatro, bertsolaris o Iparragirre Rock Elkartea, entre otros, que desde que tuvieron que abandonar la fábrica a principios de año no han podido desarrollar su actividad.

Subsanar los problemas

Son algunas de las consecuencias del proceso en el que se ha adentrado esta rica experiencia que se viene desarrollando en Gernika. Es cierto que las necesidades del propio proyecto para la fábrica están detrás de los inconvenientes con los que algunos grupos se vienen encontrando, pero no es menos cierto que al menos las cuestiones más acuciantes también deben ser subsanadas.

No está claro que se puedan utilizar los locales de las antiguas escuelas de Pasileku dependientes de Educación, pero los jóvenes ya dijeron que «no podemos dejar pudrirse nuestro futuro, nuestra iniciativa, en manos de los políticos».

Pero volviendo a Astra, este proyecto autogestionado -hay quien dice que no lo es, pero lo que nadie puede negar es su carácter popular y abierto- va a ofrecer en los próximos meses muchas novedades. Pese a las dificultades que surjan, cabe confiar en el camino del acuerdo logrado hasta el momento.